
Lo jugó con gran emoción. Y, por supuesto, como siempre, con los dientes apretados, contagiando personalidad. A los dos minutos le dio de punta y sólo en el primer tiempo tuvo 12 quites y anticipos. Levantó una y otra vez a la gente. Le ganó pequeñas disputas personales a todos los volantes de Boca y, en especial, a Riquelme, ante quien siempre estuvo muy cerca, muy atento. En el segundo tiempo, hasta se animó a pegarle de lejos: la atajó el Pato. Hasta llegó a ser capitán del equipo, cuando salió Ortega, que había heredado la cinta de Gallardo.
Luego, en el vestuario, aseguró: "Le debemos agradecimiento a la gente que apoya a pesar del momento". También se declaró "feliz por lo que produjo el equipo, las situaciones que creó y la manera en que demostró que está mejor que Boca". Y también fue claro respecto del futuro: "Vamos a tener que luchar hasta diciembre, si ganábamos hoy no solucionábamos nada".
Fuente: Diario Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario