29/3/12

Pelado por un sueño


“Si River asciende, me pelo”, prometió Almeyda. El DT, optimista, sabe que su River no es una maquinita, pero igual se anima a pelar la promesa de usarla…

Almeyda se volvió chiflado. Pero no chiflado para el internado, sino como ese gordito divertido que andaba a los tortazos y a los piquetes de ojos con Mou y Larry. Sí, Almeyda va camino a convertirse en Curly; al menos desde la falta de pelos: “Haría cualquier promesa con tal de subir a Primera. ¿Pelarme? Por supuesto”, se la jugó el Pelado que puede quedar pelado en serio a partir de finales de junio...

Cuando emigró a España, allá por el 96, el actual entrenador de River tenía el pelo cortito y un flequillo entre clásico y descuidado. En Europa se dejó crecer la melena felina y le dio forma a su look Arnold Schwarzenegger en la película Conan el bárbaro (con vincha y todo, eh). En algún momento, ya como DT de River en el ascenso, se dejó una barba candado sutil, no demasiado tupida. Se recortó la melena. Se la volvió a dejar larga. Hasta que ayer, en una jugosa entrevista con Indirecto, actuó como en su época de volante central batallador: fue al frente. Y se bancó el desafío de raparse si su equipo alcanza el objetivo de dejar atrás la experiencia en la B Nacional. Con un detalle: antes de descender, había prometido algo similar a cambio de la salvación, pero la fortuna le dio un revés. Esta vez, quiere sacarse las ganas. “Sí, me pelo, pero no me dejaría el bigote. Lo hice una vez y parecía D’artagnan”, relató... ¿el futuro rapado de Azul? Todos para uno. Y uno para la peluquería.

Que Jordan. Que Telly Savalas, el de Koyak. Que el Indio Solari. Que tijera va, maquinita viene, lo que a Almeyda le dio un ataque de caspa (por ahora, que aún no se volvió calvo por el ascenso) fue la versión de que Cavenaghi no le pasaba la pelota a Trezeguet porque estaba celoso. Y sin pelos, pero en la lengua, el Pelado afirmó: “Por dos o tres jugadas se quiere mostrar un enfrentamiento entre Cavenaghi y Trezeguet. Y no es así”, fijó posición Matías.

En este contexto, el DT no tuvo un pelo de pesimista. Al contrario, mantuvo su esperanza de cara a la definición del campeonato de Segunda División: “El objetivo es llevar a River a Primera y vamos por el buen camino”, dijo.

El Pelado sabe que para quedarse ídem le faltan al menos 12 fechas. Y que recién se entregará a los dientes de una máquina de cortar cabellos cuando tenga la certeza de que ya alcanzó la meta soñada.

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