Luciana García Pena, la esposa del Pelado, dice: “No veo la hora de que llegue junio para volver a la A”.
Es el sostén emocional. Es la que aplaude a su lado. Es la que alienta a Matías Almeyda para esta aventura que durante este año transitará su etapa crucial. Es Luciana García Pena, la esposa que espera grandes noticias para el año que comenzó con augurios de un futuro en el que regrese la alegría.
-Lo mejor está por venir. Y el gran deseo de todos es que River vuelva a estar en el lugar que se merece: en la A. No veo la hora de que llegue junio para que eso suceda. Porque no sólo sería una alegría enorme para todos los riverplatenses sino, además, un logro de Matías como DT. Sería una coronación para él.
-¿Cómo fue la adaptación de ser la esposa del capitán a la del DT de River?
-Aunque ahora esté menos en casa, fue buena. La familia en pleno se fue acostumbrando a la nueva vida. Eso sí: sufro mucho más que antes los partidos.
-¿Ya te acostumbraste a las críticas o todavía te falta un tiempo?
-Es difícil. Es cierto que padezco más sus decisiones porque sé que está en la mira de todos, pero siempre estaré al pie del cañón, haciéndole el aguante.
-¿En qué cambió el Almeyda que recién había asumido al de fin del 2011?
-Lo noto más comprometido, está parado desde otro lugar. Su paso de jugador a técnico fue muy rápido Aunque en la cancha también se cargaba el equipo al hombro, hoy está comprometido de otra manera.
-¿Qué es lo que creés que lo destaca como DT?
-Tiene pasta, sabe hablarle a los jugadores, sabe cómo hacer para que entiendan el mensaje. No es fácil hablar con chicos tan jóvenes y menos con jugadores que han sido compañeros. Pero Matías es muy humano y muy respetuoso y sabe cómo generar una buena respuesta de sus dirigidos. Por eso da tanta bronca perder y mucho más cuando jugaron bien. Y las críticas desmedidas lo afectan, aunque sabe que el folclore del fútbol es así. Pero también tiene claro que con trabajo, sacrificio y humildad, las cosas se van a dar.
-¿Para la familia cambió en algo el hecho de que Boca haya salido campeón justo este año?
-No. Cuando pasan cosas así no me fijo. No nos hizo ni bien ni mal. El objetivo de todos es otro: ascender. Y lo que haga Boca no cambia nada.
-¿Te lo imaginás a Matías dirigiendo en Europa o un sueño así se sueña un poco más adelante?
-No todavía. Vivimos el hoy y nuestra realidad, hoy, es River. Pero lo que sí es seguro es que adonde vaya lo voy a seguir, como lo hice siempre. Y voy a estar en las buenas y en las malas, como estuve siempre.
Fuente: Diario Olé
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