2/1/12

"Mi deseo para el 2012 es uno solo"

Almeyda tiene una obsesión para el año que empezó. Y para cumplir con lo que se propuso no desenchufa ni un segundo, espera a Ponzio y anticipa un equipo con el Chori, Cave y Trezeguet juntos.

Cuáles son tus tres deseos para el 2012, Matías?

-Mi deseo es uno solo. Y todos lo saben. Pero no lo voy a decir, je, así se me cumple...

Al levantar la copa en la medianoche del 31, en Azul, junto a toda su familia pero esta vez sin servilletas por el aire, Matías Almeyda pensó en salud, paz y amor sin demasiada pretensión de originalidad. Sin embargo, en su lista de anhelos hubo uno prioritario, que no por conocido deja de ser un ferviente objetivo: el ascenso de River.

Su afán por devolverlo a Primera es tan grande, casi obsesivo, que por eso resignó unas vacaciones en familia en Miami o les sacó horas de compañía a sus hijas en el descanso en Nordelta. Sin descanso, telefoneó a Teo Gutiérrez y David Trezeguet para conocer de sus bocas si querían sumarse a su proyecto. Siguió en contacto con Passarella para monitorear el tema Ponzio, “un jugador importante que me propusieron los dirigentes, me va a servir y seguramente se va a confirmar en los próximos días”. Habló tupido con Gaby Amato, aunque también handeó a Chamot, Roa y el profe Alejandro Kohan, los otros integrantes de su cuerpo técnico. Se ocupó de la programación de la pretemporada porque quiere llegar sin ningún sobresalto al miércoles. Apenas se tomó cuatro días en su ciudad, donde a la hora del brindis se permitió proyectar su deseo. “Dios quiera que el Año Nuevo sea mejor. Y aunque hasta la mitad el 2011 fue feo, después empezamos a recuperar cosas positivas de la historia del club. Y la idea ahora es redoblar la apuesta: fuimos muy criticados por haber salido jugando y dejar pelotas peligrosas pero vamos a seguir insistiendo hasta que salga”, confirma con la convicción que lo caracteriza mientras el champagne burbujea a su alrededor. “Es que pretendemos volver a ver buen fútbol. Si no, sería más fácil dársela al central y que le pegue largo para el 9. Pero no es lo que quiero para River”, insiste. Y se alegra porque “en la B se intenta jugar más al fútbol que en la A. Hay equipos como Instituto, Central, Boca Unidos o River que lo hacen, a diferencia de la A, donde salvo Vélez, Estudiantes, Godoy Cruz o Lanús, los demás intentan otra cosa”.

Su búsqueda es clara. Subir. Subir tocando. Subir atacando, por más que los números hoy indiquen que debe arrancar mirando a los cordobeses desde abajo en la tabla. Y él, con un equipo en pleno proceso de maduración, asume los riegos que implica este ataque de fútbol. Y desde ya anticipa que si los ve bien en la pretemporada, Cavenaghi, el Chori y Trezeguet van a jugar juntos, como quieren los hinchas. Y reitera que les seguirá dando oportunidades a todos. Y avisa que si bien ya encontró el equipo, todos van a tener que cuidar su lugar en el trabajo que el sábado comenzará en el complejo de la AFA. Y se responsabiliza de la decisión de haber declarado prescindibles de Román, Ferrero, Alayes, el Keko, Bou y varios más. Y está más entusiasmado que nunca con “ponerle el pecho y salir adelante”.

El peor año de la historia ya fue. El de la reconstrucción, jura optimista Almeyda, ya empezó.

Fuente: Diario Olé

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