La experiencia es un peine que te regala la vida cuando ya estás pelado", decía el legendario Ringo Bonavena. A este Pelado, Matías Almeyda, la vida le regaló un peine cuando todavía le sobra melena. En menos de un mes, el volante central pasó de jugar el torneo Súper 8 de veteranos a la Primera de River, a sentir la ovación de los hinchas, la adrenalina de ir a trabar, la euforia de festejar un triunfo sobre la hora... "Nunca había vivido algo así en el fútbol a pesar de todo lo que me pasó. Fue una sensación muy linda estar concentrado, jugar, recibir el cariño de la gente... Hay que valorar al club y la camiseta que llevamos puesta", dijo el debutante de 35 años.
Almeyda no podía borar la sonrisa de su rostro. "Pelado, hacé goles que te tengo en el Gran DT", le gritó un pibe. "Mirá que a mí me van a restar puntos las amarillas, eh", respondió el volante. Y también bromeó sobre su amonestación, una patada desde atrás a Vismara: "La verdad es que no quise pegarle, pensé que llegaba a la pelota. Eso demuestra que todavía estoy lento, je".
El Pelado entró apenas Ortega convirtió el 4-3. Se paró como 5 al lado de Paniagua y mostró autoridad para marcar, para jugar y para ordenar. Antes, el doble cinco había sufrido, sobre todo porque a Paniagua le cuesta encontrar su lugar en la cancha. Barrado, en cambio, fue ordenado y prolijo. Mientras, Almeyda se anota como opción: "Estoy con muchas ganas". Sí, se notó, Pelado...
Fuente: Diario Olé
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