Rengo. Así dejó la lesión de Matías Almeyda a River. Por ahora el Pelado se arregla con una férula en la pierna izquierda, pero el mediocampo de River no se puede entablillar. Perdió el sostén anímico, físico y táctico. Se rompió. Ahora Cappa debe reconstruirlo y no pasa sólo por un cambio de nombre, porque Angelito no cuenta con ningún volante central de características similares a las de Almeyda. Por eso, el DT debe arrancar de cero.
¿Alcanza con un solo 5 para reemplazar al Pelado? Como punto de partida para la respuesta, hay que recordar los roles del ídolo en la cancha: achica hacia adelante para presionar la salida del rival, cubre las espaldas de los volantes externos y se mete entre los centrales para que suban los laterales. ¿Más? Sí, gana de arriba en el medio, marca y hasta conduce cuando no está Ortega o el Burrito se apaga. Entonces, ni Acevedo ni Ballón son capaces de cumplir todas esas funciones. El ex San Lorenzo e Independiente muerde un poco más que el peruano, aunque se siente cómodo en espacios no muy amplios, le cuesta salir a los costados o correr 20 metros a un rival. Ballón es un prolijo pasador de pelota pero les hace sombra a los adversarios, carece de agresividad para la marca y tiene tendencia a pasar la línea de la pelota cuando el equipo avanza: error casi imperdonable para un 5 de River.
Una variante equilibrada podría ser que jueguen los dos juntos en el centro, pero esa opción obliga a Cappa a mover más piezas. Si ubica a Affranchino y Pereyra por las bandas, ¿dónde encaja Ortega (o Buonanotte)? Si el Burrito va de punta, tendría que resignar uno de los 9, y la dupla Pavone-Funes Mori le dio resultado... Con este panorama, una posibilidad muy firme es que Ballón se ubique como ante Quilmes: arrancando por la derecha pero cerrándose para pegarse al 5. Así, por la izquierda Cappa pondría a Pereyra o Lamela y plantaría contra Banfield a un mediocampo bastante similar al que jugó el domingo en el Monumental.
Lo más preocupante de la situación es que no se trata de remendar el equipo sólo por una fecha. Serán al menos cuatro partidos. Y el único antecedente mete miedo: en el final del Clausura ante Tigre, el pibe Cirigliano (más juego que marca) reemplazó a Almeyda y River perdió 5 a 1. El medio es el sector de la cancha que más tocó Angelito y ahora se le cayó la única pieza inamovible. Por eso el domingo arranca una nueva era de River.
Fuente: Diario Olé