31/1/11

"En un año River va a volar"

El capitán apuesta por un gran futuro sin olvidar el presente: dice que son los seis meses más importantes de la historia del club. El Superclásico, los pubes, su retiro, el estilo y un desafío: "Yo juego para salir campeón".

Pensar que hace 19 años hice mi primera pretemporada también en Mar del Plata. ¡Qué loco, no! Y ahora todas las mañanas, desde la habitación, veía la Base Naval donde me entrené aquella vez.

-¿Notaste alguna diferencia entre esas dos pretemporadas? -Sí, no sé qué tendrá la arena, pero cada vez pesa más, ja.

-Igual la llevaste bien.

-Traté de hacerla lo mejor posible. Por mi edad he tenido algunos trabajos especiales, y a veces me sacaron antes de que terminaran las prácticas. Aun así estoy conforme.

-Volviste con una sensación de optimismo después de tantos días en Mar del Plata. ¿Por qué? -Considero que todo se dio de manera positiva, salvo la lesión de los ligamentos cruzados del chico Franco Iberra y el problema de Carri en el tobillo.

-¿Lo de Carrizo terminó eclipsando el trabajo? -Son esas cosas que, entre comillas, pasan por algo. Lo bueno es que tendrá tiempo para volver en el campeoanato y luego seguir su carrera con absoluta normalidad.

-¿El grupo sintió mucho el golpe? Y... Carri es de esos jugadores que son importantes adentro y afuera de la cancha. Adentro es uno de los mejores, no sé por qué no está en la Selección. Y afuera es positivo: en estos días siguió cerca del plantel y no dejó de estar con nosotros.

-¿Pensás que es necesario traer a otro arquero? -Estamos bien cubiertos con los dos chicos (Chichizola y Marinelli) y con el Indio (Vega).

-¿Cómo lo viste a Chichizola con Estudiantes? -Bien, seguro... Es uno de los jóvenes con futuro y lo apoyamos como a cualquier compañero que le toca jugar.

-¿No te quedó cierta preo- cupación por lo que dejaron los primeros tres partidos del año? -Como dice la palabra, los partidos de pretemporada son de preparación. A veces digo “qué raro es todo”, pero se siguen haciendo. La gente paga para ver un espectáculo y es imposible que salga bueno. Los físicos no se encuentran de la mejor manera, tenés que ganar... Es algo complicado.

-¿Insistís con la idea de que estos superclásicos no son importantes? -No, lo que no es tan importante es el resultado y eso que yo con Boca no quiero perder ni a la bolita. Los River-Boca son una alegría para la gente, para nosotros, pero el hecho de perder no significa mucho. A nosotros nos quedan otras 19 finales y cuando no nos podremos equivocar es a partir del 13 de febrero.

-¿Entonces? -Uno como hincha no quiere perder a nada. Aunque la realidad es que nos estamos entrenando para afrontar los seis meses más importantes de la historia de River.

-¿Los más importantes de la historia? -Sí, porque en este tiempo el club llegó a una situación económica que nunca había sufrido. En este tiempo, además, hubo que poner a un montón de chicos que debieron quemar etapas. Y en este tiempo nos corrió el promedio. Pero esto es fútbol. Y en el fútbol hay que poner el pecho, y más en momentos así.

-¿Ya entendiste cómo se sacan los promedios? -Sí, hay que sumar. Bah, no. Igual lo sacan ustedes casi todos los días. Yo lo leo en el diario.

-Habrás notado que salieron de la Promoción.

-Estamos un poco más tranquilos. Pero si nos relajamos, nos puede jugar en contra. Todavía no encontramos lo que queremos y en los primeros partidos del Clausura enfrentamos a rivales directos. Es fundamental arrancar bien.

-¿Y para qué está River? -Para pelear arriba. No me imagino arrancando mal. El tiempo es cada vez más corto y debemos salir de donde estamos.

-Se habló mucho del objetivo de los 30 puntos en cada campeonato. ¿El hincha se debe ilusionar sólo con eso? -Yo juego para salir campeón y no para sumar los 30 puntos. Aunque también sabemos que si perdemos dos o tres partidos, volvemos a mirar la otra tabla. Esto es así.

-Pensando en el superclásico, hay un gran contraste en materia de contrataciones: Boca trajo casi todo lo que pidió Falcioni y River casi nada.

-Sí. Boca fue el equipo que mejor incorporó. Pero considero que River tiene uno de los mejores planteles del fútbol argentino, más allá de los jóvenes.

-¿Te gusta el estilo que impone Falcioni? -Es un técnico relativamente nuevo que ha conseguido cosas importantes en otros clubes. Y por lo que se vio hasta ahora, Boca está más aguerrido que antes. Pero como te dije recién, todos estamos en pretemporada.

-¿A ustedes les hacen falta refuerzos? -Por suerte no hemos tenido un gran recambio. Más allá de que es posible esperar por una incorporación de nombre, como lo requiere la historia, el hecho de sostener una idea puede ser bueno.

-¿Volvieron a creer en ustedes? -El cambio se va dando lentamente, igual que a nivel sociedad. No nos podemos permitir subir tres escalones y luego bajar cuatro. Por suerte, estamos cerca de sacar a River del lugar que tanto incomoda.

-Eso hasta implica modificar el estilo.

-A veces tenemos poca memoria cuando hablamos de estilo. Realmente no sé cuál es el estilo de River, de Boca, de Estudiantes, de Vélez. Creo que el fútbol se juega a ganar. Ahora se habla mucho del nuevo estilo de Juan. Se dice que es defensivo. Habría que recordar que en la segunda Libertadores que consiguió River, en el 96, se jugaba de una manera de local y otra de visitante.

-¿Decís que hay que adaptarse a la coyuntura que toca? -El momento de River es difícil, y entonces si ponés un solo punta se arma una polémica. Ojo, eso no significa que seas defensivo. Estamos trabajando para presionar más arriba.

-Hace pocos días, Carrizo marcaba que no importa ser mezquino si hay que cerrar un partido.

-Es que el equipo que no cierra un partido, lo empata o lo pierde. En un fútbol tan parejo, la realidad es que los partidos están siempre abiertos.

-¿Pero no advertís otra manera de jugar? -Hoy en día la mayoría de los equipos plantea el 4-4-2, y así salieron campeones. Vélez y Godoy Cruz son los que mejor fútbol proponen. Y nosotros nos caracterizamos por ir a buscar los partidos, es lo que intentamos. De hecho, en el último campeonato fueron pocos los que vinieron a atacarnos a la cancha de River. A nosotros nos faltaron cinco o seis goles para pelear bien arriba.

-¿Y esa carencia se suple con experiencia? -Creo que uno tiene que mirar el presente. Y el presente dice que River está lleno de jóvenes...

-¿O sea que hay futuro? -Se están sacando nuevamente muchos chicos de las Inferiores. Varios ya son conocidos: Pereyra, Lanzini, Keko (Villalva), Lamela... Hace un tiempo decía que en un año y medio iba a haber un equipazo, porque estos pibes están aprendiendo a jugar con presión. Ahora digo que en un año River va a volar. El técnico que esté en ese momento lo va a disfrutar.

-Quizás ese técnico se llame Matías Almeyda.

-Ojalá que siga Juan y que aproveche lo que está haciendo ahora.

-En Salta, en el último invierno, copiabas los trabajos de Cappa...

-(Interrumpe) Y ahora anoto los de Jota Jota. Siempre grabo, escribo, recuerdo. El día de mañana trataré de imitar las cosas buenas y de borrar las malas.

-¿De quién tendrás más cosas para copiar? -En el arranque me marcaron Passarella, Gallego y Sabella. En Europa, Eriksson, Arrigo Sacchi y Zaccheroni. Tuve a Bielsa, uno de los mejores. Y en mi regreso me enconté con Astrada, Gorosito y Angel, uno de los últimos formadores del fútbol como también lo es Jota Jota.

-¿Cómo van a jugar tus equipos? -Dependerá de los futbolistas. Hablar es fácil, pero llevar lo que uno desea al campo de juego es más complicado. Creo en el trabajo y en la honestidad.

-Por el momento, ya te sacaron a varios de tus posibles colaboradores, como Markic que se fue con Arruabarrena a trabajar en Tigre.

-Me los están robando, ja. Pero está todo hablado. Aparte nadie me asegura que voy a tomar un equipo apenas deje de jugar. Por ahora sigo pensando en River y en este proyecto en el que tanto creo.

-¿Jota Jota te consulta mucho? -Jota Jota viene de la escuela de las de antes, y le da valor a esta camiseta. Somos todos hijos de un club y en eso hay un sentimiento especial... Por ahí me habla porque soy de los más grandes, pero nunca me metí en ningún tipo de decisión. No me permitiría jamás decir esto o aquello del armado del equipo.

-¿Y tampoco opinar algo puntual con respecto a los planteos? -Más que nada me pide un parecer sobre cómo veo los movimientos desde adentro. Pero es lo mismo que les pregunta a los defensores, a los delanteros... A todos.

-¿A los líderes? -No creo en los líderes. En un grupo debe haber gente que tire para un mismo lado, y es lo que pasa en este River. No es que uno tiene que marcar un camino como si fuera un dictador. Para nada.

-La pregunta tiene que ver con el papel que ocupás para los chicos junto con Carrizo y Ferrari.

-Quizá somos los que más experiencia tenemos. Por eso les podemos contar nuestras experiencias, nada más.

-Se nota que permanentemente te consultan.

-No, no sé quién está capacitado en el mundo para dar consejos. Yo creo en el diálogo y en el respeto. En el respeto al utilero, al mozo, a la gente... Haber hecho una larga carrera no me da ninguna ventaja. Los líderes del fútbol argentino creen que están tres escalones por arriba del resto del plantel. En River eso no pasa. No me va eso de tratar a los pibes como pibes. Acá opinan todos.

-¿Quién debe tomar las riendas en la cancha? -En este club siempre lo han hecho los que saben. Y ahora hay un futuro crack como Lamela. También está Lanzini. Si bien no tenemos esa clase de líderes por historia, ellos se pueden convertir en un tiempo si es que los ayudamos. Tienen la característica y la calidad, lo único que les falta es tiempo.

-¿Y se está formando el sucesor de Almeyda? -Cirigliano es uno de los futuros volante centrales. Y también Quignón.

-¿Y Acevedo? -Walter es un cinco que crea fútbol, con claridad, con pegada. En lo técnico es uno de los mejores mediocampistas que hay.

-¿Extrañás a Ortega? -A Ariel lo vamos a extrañar siempre. No me voy a cansar de decir que es muy especial. Cuando está bien, transmite alegría. Repito: tengo una relación especial con él. Mientras sea feliz, todo bien. Yo no profundizo en otros temas. Le deseo lo mejor.

-¿Seguís pensando en organizarle su partido homenaje? -Sí. Le ha dado mucho al fútbol argentino, a la Selección y por supuesto a River. Debe tener la despedida que se merece.

-¿Y vos ya estás elaborando tu retiro? -Sí, voy dos veces por semana a una psicóloga.

-¿Fue dura la pretemporada sin ir a terapia? -Creí que me iba a costar, pero llegué bastante bien. Ahora debo arrancar de nuevo. No puedo abandonar, ja.

-¿Te sentís más preparado ahora que en tu anterior retiro? -Es posible. Igual, me va a costar. A medida que se acortan los plazos, disfruto el fútbol plenamente. Sé muy bien que pronto se terminará.

-¿Deberás ir más seguido al diván? -No, si llego a ir más de dos veces por semana será porque me estarán por encerrar, ja ja.

-¿Está claro que no te van a encerrar? -Por suerte ahora tengo claro que debo seguir ligado al fútbol. Necesito esa adrenalina, competir, estar. No quiero volver a hacerme daño ni pasar la pesadilla que ya pasé cuando me retiré antes.

-El fútbol te volvió a dar la felicidad...

-Si bien siempre he sido feliz, cuando dejé el fútbol entré en un estado depresivo que me hizo mal. Y al sentir que no servía para nada, mi felicidad sólo duraba por momentos. Pude ser egoísta. Me dolía verme triste frente a mis hijas y mi familia.

-¿El retiro puede llegar en julio o en diciembre? -El cuerpo es sabio, ja.

-¿Hoy dudás? -No me gusta prometer nada porque a veces cambio de opinión.

-¿Cambiás muchas veces de opinión? -No sé. Sigo lo que me dicta el corazón. Si mañana me levanto y considero que algo no me gusta, lo dejo. No quiero traicionar mis sentimientos. Ahí sí te convertís en un infeliz.

-¿Te ayudó conocer la historia de los samurai? -Sí, por supuesto. Eso me ayudó muchísimo.

-¿A qué edad se retiraban ellos? -No sé. Lo hacían hasta que podían, después se quitaban la vida solos...

-Es triste eso.

-Son leyendas...

-¿A tus compañeros les hablás de esta filosofía de vida? -Sí, y se me cagan de risa, ja. Siempre les recomiendo que miren la película “El Ultimo Samurai”. Yo creo que la vi más de 20 veces. De hecho, a Mar del Plata me llevé dos libros de los samurai.

-¿Y? -Leí como tres páginas.

-Porque estuviste muy ocupado, ¿no? -Porque dormí bastante. ¡Cómo voy a extrañar esas siestas ahora!

-Pero sí entrenaste como un samurai.

-Sí, es cierto, me entrené como un samuari. Fue duro... Aunque es difícil vivir como ellos. Eran nobles, puros y morían dignamente.

-¿Es posible ser así en un ambiente como el fútbol? -En algunas cosas me considero puro, aunque la pureza entre nosotros no existe. Lucho por ello, no siempre se puede. Depende de cada uno. Depende de lo que se quiera lograr en cada actividad...

-¿Qué te falta lograr? -Un campeonato me encantaría. Sería una alegría. Ya tuve la suerte de dar vueltas olímpicas con River en otro momento. Esta sería impresionante.

-Hace poco dijiste que tenías la deuda de meter otro gol.

-Sí, pero qué importa. Si se da el título, después pateo con el arco vacío.

Fuente: Diario Olé

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