15/6/11

¿Qué será de ti?

Almeyda sigue en su límite físico y su continuidad es una incógnita: con Lanús puede ser su último partido.

"Con Matías nos sentamos y en dos minutos arreglamos el contrato”. Optimista, en tiempos no tan lejanos, cuando Almeyda era el líder de un River líder del torneo, para Passarella era un simple trámite la continuidad del capitán. Juan José López también se suscribía a la campaña Pelado 2011, a la que los hinchas, obvio, le ponían su voto. El apoyo popular y el de los mentores de la movida sigue en pie, pero el tema es el candidato. ¿Sigue? ¿O se baja? “Voy a jugar hasta que las piernas no me den más”. El hombre en cuestión nunca largó un sí contundente. Supeditó su futuro a su diestra y a su zurda, ésas que hoy no le dicen basta, pero sí se quejan de dolor. Un dolor que lo hizo jugar los últimos dos partidos casi sin entrenarse, pasando todos los días previos adentro del consultorio médico, con los kinesiólogos como aliados, lejos de la cancha y de la pelota. La misma rutina será la que transite hasta el decisivo cruce frente a Lanús. Y es ese padecimiento el que abre los signos de interrogación respecto a su futuro una vez que finalice el campeonato.

En principio, la idea de Almeyda era no colgar los botines. Se sentía con ganas, a los 37 años, de seguir siendo el corazón del equipo en la cancha y la cabeza del plantel en el vestuario. Sin embargo, este final desgastante mental y físicamente es lo que lo hace dudar. Su despedida ideal sigue siendo con un River victorioso y no padeciente como el actual. Aunque en Núñez también se vivirá como un triunfo que este equipo consiga sacarse la mochila del promedio el próximo sábado. Y quienes estén en el Monumental, además de sufrir durante 90 minutos, tal vez sean testigos de la última tarde del Pelado como futbolista. La posibilidad está y depende exclusivamente de su decisión.

Es más, quienes en Núñez imaginan al capitán afuera de la cancha una vez que termine esta agonía también lo posicionan como un candidato a suceder a Jota Jota. Hace un año, cuando programaba su retiro para diciembre del 2010, Almeyda contaba que en enero ya quería estar sentado en un banco de suplentes porque no podía estar mucho tiempo lejos del fútbol. Y el banco de River tienta a cualquiera. La camiseta, también. ¿De que lado estás, Matías?

Fuente: Diario Olé

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