Tenía los ojos llorosos. La situación para él era mucho más que terrible. Porque sumado al dolor del descenso aparecían hinchas que le seguían entregando amor, mientras insultaban a sus compañeros de plantel. Una sensación mucho más que extraña. Pero que obliga a pensar seriamente cuál será su futuro. Probablemente, estará relacionado con River. Porque podría seguir jugando, más allá de que no es su mayor deseo. Porque podría estar en la B Nacional, sobre todo porque si el club de sus amores lo requiere, siente que no le queda otra que estar ahí.
Pero esa no es la única variante. Al Pelado –según comentan en su entorno- lo seduce mucho la posibilidad de convertirse ahora mismo en el entrenador de River. Con Gustavo Zapata –amigo de Almeyda, quien además pasó por la concentración en el Hindú Club antes del partido- como ayudante, el volante central comandaría el equipo del cual es capitán, referente y líder. Pero es algo que tendrá que discutir directamente con Daniel Passarella, quien decide todos los destinos de este equipo.
El tiempo dará espacio para que aparezcan decisiones. Ayer todo parecía muy pronto y sólo había lugar para que se expresaran amores hacia el Pelado, quien salió con los brazos en alto, saludando a los hinchas, impresionado por semejante muestra de afecto. Podrá seguir corriendo rivales. Podrá ser técnico a partir de agosto. Pero seguro seguirá en los corazones de los fanáticos.
Fuente: Tiempo Argentino
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