Por Favio Licosatti
El flamante nuevo entrenador de River, Matías Almeyda, pone en juego sus palmares como futbolista, ahora en su rol de conductor de grupos, más allá de haberse retirado con un descenso a cuestas. Sobre si es "soldado" de Passarella, como lo fue Jota Jota, aclaró: “Que no se me subestime”.
“Se dijeron muchas cosas desde el día que tomé la decisión de ser el entrenador de River. Passarella no me usa como escudo porque yo tenga el cariño de la gente”, aseguró este lunes Almeyda tras la vuelta al trabajo del equipo de Núñez de cara a su primera experiencia como DT y en el Nacional B.
También se refirió a la frase de Juan José López, que marcó su frustrado ciclo: “Soy un soldado de Passarella”. “Cuando uno declara a veces hay que tener cuidado porque según lo que uno dice se lo encasilla. Yo tomo decisiones por mi mismo”, explicó.
El ex mediocampista pone una vez más en juego su prestigio, lo hizo cuando decidió volver al fútbol para transitar su última etapa como jugador, que culminó con la triste pérdida de categoría por primera vez en la historia de River.
Es que Almeyda, quien también transitó como jugador por el fútbol italiano, Noruega y el fútbol de ascenso en Argentina, querrá, en el largo plazo, rememorar desde el banco de suplentes el título de la Copa Libertadores en 1996 y sus Copas Italia, Supercopa y Recopa de Europa.
Fue internacional con la Selección en 39 oportunidades, y participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 en donde ganó la medalla de plata siendo titular en la mayoría de los partidos, ademas estuvo en las Copas del Mundo Francia 1998 y Corea-Japón 2002.
“Quiero un equipo batallador, pero que también juegue bien al fútbol, como no pasó en el último tiempo, sentenció el ‘Pelado’, describiendo los rasgos que tendrán sus equipos en la nueva etapa que comienza, ahora para volver con su querido River a la máxima categoría del fútbol argentino.
Fuente: Télam
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