22/12/09

"Ahora me van a decir abuelo"

El Pelado, quien acaba de cumplir 36 años, se ríe del paso del tiempo. Y dice que su deseo es salir campeón con River. "El equipo está para pelear el próximo torneo".

Ojo que ayer apenas cumplí 36, eh. Y hay varios en Primera que tienen 36. Bah, espero...Porque no soy el más viejo. ¿O sí?

-No, pero sí estás en el top diez y levantando.

-Y bueno, ahora me van a decir abuelo, je. El tiempo pasa para todos. Y en algún momento, los que ahora son chicos también van a ser los más grandes.

Matías Almeyda no se pelea con el calendario. Al contrario, disfruta de su madurez y se toma con humor el dato estadístico. Tal vez porque, a diferencia de otros "veteranos" en actividad, él no le teme al retiro. Ya estuvo un largo período con los botines colgados. Y volvió (no es chiste) a lo grande.

-¿Te imaginabas estar jugando a los 36?

-No, la verdad que no. Me imaginaba metido a full en el proyecto del complejo (Buenos Aires Fútbol, donde River realizará la pretemporada), porque la idea ya venía desde el año pasado. Pero en estos últimos meses hubo muchos cambios en mi vida. Todos positivos. Volver a vestir la camiseta de River fue algo muy lindo. Y ahora tengo ganas de seguir un tiempito más y una vez que termine mi carrera, ya sí dedicarme de lleno a este emprendimiento.

-En esta etapa no pusiste plazos para el retiro.

-No. Tengo contrato con River hasta junio, pero eso se va a decidir a medida que pase el tiempo y por cómo esté yo, lo que opinen los dirigentes, el cuerpo técnico. Va a ser un poco compartido. Ojo, el día que vea que no puedo correr más, voy a dejar de jugar. Pero me gustaría culminar mi carrera con un título en River. Ese fue uno de mis tres deseos cuando soplé las velitas.

-O sea que ni si salís campeón del Clausura, hoy podés asegurar que te retires...

-Y, habría que ver cómo llego al final del campeonato, eh. Siempre que pueda sumar, es importante. Sabemos que ganar un campeonato no es fácil, y si se da, será un placer para mí. Pero después veremos.

-¿Los partidos finales del equipo en el torneo te entusiasmaron?

-Ya en los últimos dos de Pipo Gorosito el equipo había mostrado cambios. Con la llegada de Leo, el planteo táctico empezó a ser otro y mejoramos notablemente. Sin tener un delantero de área, River fue el equipo que más situaciones claras de gol creó por partido. Pero pagamos caro nuestros errores: cada vez que nos equivocábamos, era un gol en contra. También es muy incómodo jugar en la situación en la que estábamos, aunque terminamos el campeonato dando una imagen alentadora, una imagen que hace que uno espere cosas buenas para el futuro. Creo que se recuperó un poco la identidad de River, del buen juego, de salir a buscar los partidos. Los últimos dos triunfos (ante Racing y Tigre) marcaron el camino a seguir en el Clausura.

-¿Influye en esa identidad la presencia de Astrada, Gallardo, Ortega, vos, y ahora Passarella como presidente?

-Eso juega a favor, sí. Conocemos bien a River y sabemos lo que pretende el hincha, cuál es el juego que nos gusta a todos... Y también que en River hay que ganar. Por eso, si trabajamos bien en la pretemporada, vamos a pelear el campeonato.

-¿Por qué lo decís con tanta seguridad?

-Porque el plantel se dio cuenta del juego que pretende el técnico y creciendo en esa forma de juego y esa táctica, estoy seguro que nos va a dar resultado. Quedó visto en los últimos partidos y en gran parte del ciclo de Leo que estando bien concentrados y corrigiendo errores, el equipo está. El único que nos superó fue Vélez, que fue más y nos ganó bien 3 a 1. Después, perdimos partidos que no merecíamos perder... Pero se gana haciendo goles, y nosotros creamos y no convertimos, por eso terminamos tan abajo. Con un delantero, con un hombre de raza, como digo yo, hubiéramos tenido 10 ó 12 puntos más. Pero ese fue el presente. Ahora, mirando a futuro, ya sabemos cuál es el camino para pelear arriba.

-¿El goleador es el refuerzo que más necesitan?

-Y... Fue la primera vez en la historia que River no tuvo un goleador. Y el equipo sufrió esa ausencia.

-¿Y por qué Fabbiani no pudo aportar eso?

-Siempre lo digo: a Cristian le jugó en contra el hecho de convertirse en ídolo en dos días. No tuvo el nivel que mostró en otros clubes, no pudo convertir y en una posición en la que es fundamental el gol, más en un equipo como River, a medida que pasaron los partidos la gente se fue desilusionando. Fue una lástima que no haya podido triunfar en River.

-¿Vos no tuviste miedo de desilusionar a los hinchas cuando volviste?

-No, porque desde el momento en que acepté la propuesta de volver, sabía que iba a dejar todo en la cancha. Tenía las ganas y deseaba que las cosas salieran bien. Sí tenía miedo de lesionarme por tanto tiempo sin jugar, pero con la ayuda de los médicos y de los masajistas, pude estar en todos los partidos. Y me sentí muy bien.

-Hoy el hincha de River te idolatra más que antes.

-Con el hincha siempre estuve agradecido, ya desde que me fui en el 96, porque me demostró su cariño incondicional, valorando que salí del club y sabiendo que doy todo por esta camiseta. La gente me reconoció eso y el cariño de ellos me dio una fuerza especial cada vez que salí a la cancha. Pero antes, destaco el apoyo al plantel. Más allá de los resultados, que fueron incómodos para todos, la tribuna de River fue un ejemplo.

-Con Ahumada recuperado, vas a tener más competencia por el puesto. ¿Lo hablaste con él?

-Hablo con todos. En un grupo, siempre es bueno hablar, y más cuando uno comparte posiciones. Que no haya esa guerra por el puesto. La relación con Oscar y con Nico Domingo es diez puntos. Mi carrera puede durar seis meses más y después continuarán ellos. Son todos nacidos en el club y ojalá que sigan este camino y le den lo mejor a River. Si a mí me toca estar afuera, mi manera de ser no va a cambiar. Porque hay que apoyar, ser positivo y lograr que el grupo esté bien afuera porque eso, sin dudas, se traslada a la cancha.

El Pelado viajó con su mujer y sus tres hijas a Azul, a la ciudad donde nació el 21 de diciembre de 1973. Allí empezará a moverse un poquito desde hoy, porque hasta el momento sólo se dedicó "a "descansar, porque me dolía todo". En su lugar en el mundo, rodeado de su familia y de los amigos de siempre, festejó los 36. Y ahí también pasará la Navidad y recibirá el 2010.

-¿Será un feliz Año Nuevo para River, Matías?

-Ojalá. Yo ya había dejado de soñar con respecto al fútbol. Pero ahora volví a desear. Quiero hacer una buena pretemporada y ponerme mejor que lo que estaba. Mi sueño es ganar otro campeonato con River. Sería la frutilla para mi carrera. Y la vuelta olímpica del abuelo, je...

Fuente: rivermillonarios.com.ar

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