Cuatro partidos tardó Gorosito en encontrar el mediocampo del equipo, ese equilibrio tan ansiado y ausente. Y si bien Pipo había pedido a gritos un volante central, el "salvador" llegó casi por casualidad cuando Almeyda descolgó los botines. En Rosario, el Pelado borró al desorientado Paniagua y así Barrado, el más prolijo, apto e inteligente para moverse en la zona media hasta entonces, encontró al ladero ideal. Entre Diego y Almeyda ordenaron a River por-que combinan buena ubicación, dinámica, capacidad de marca, roce, juego aéreo y entrega precisa y simple. Además, versatilidad táctica, porque ayer Barrado terminó parado de 5 y Almeyda como volante izquierdo y el funcionamiento del equipo no se resintió. Con ellos dos, ahora Pipo tiene un problema menos.Fuente: Diario Olé
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