1/10/12

Almeyda: "Me emocionó la entrega de los jugadores"


Matías Almeyda vivió con mucha intensidad la goleada ante Arsenal, que significó el final de su semana más difícil al frente del equipo de Núñez. A raíz de esto, el entrenador sufrió una descompesanción en el vestuario que le impidió hablar con los periodistas que esperaban a la salida. Pero el técnico ya había dejado su mirada al terminar el partido, antes de llegar a los camarines. "La entrega de cada jugador fue enorme, emocionante para mí, y estoy totalmente agradecido al grupo. Logramos un buen triunfo", dijo en declaraciones para la televisión.
Quien sí habló a la salida del vestuario fue Rogelio Funes Mori, autor de dos goles, quien elogió al Chino Luna por su gol. "Por suerte pudo marcar y eso le da mucha confianza. Es el último goleador del fútbol argentino, un gran jugador", señaló. Además, explicó que más allá de competir por un lugar en el equipo, exite una excelente relación con el ex delantero de Tigre: "Cuando le tocó estar en el banco me alentó mucho. Somos todos una familia, tenemos que estar todos unidos."
Por su parte, Leonardo Ponzio, la figura del encuentro, remarcó su apoyo a Almeyda: "Matías nos demostró que quiere mucho a River. Había que sostenerlo con resultados y salió". Y reconoció: "No veníamos por buen camino pero ahora necesitamos lograr regularidad".
Fuente: Diario Clarin

12/9/12

Cena de gala de Fundaleu

Matias, participó de la cena de gala de Fundaleu 2012. Mira las fotos!!





31/7/12

Amenazaron a Matías Almeyda


El entrenador de River, Matías Almeyda, reveló que fue víctima de amenazas después de las últimas decisiones futbolísticas que tomó, en tanto se encargó de negar que sea "un traidor".
"Después de las decisiones que tomé últimamente, recibí amenazas que me dieron mucha tristeza. Es triste eso, pero es parte de esto que no estoy acostumbrado y no me voy a acostumbrar nunca", expresó.
Además, amagó con ventilar "secretos" y expresó: "si yo fuera un traidor, contaría un montón de cosas... Pero no lo soy".
También, consideró que que muchos esperan que él "sea la próxima víctima de (Daniel) Passarella". Almeyda se definió como "una persona que respeta mucho las decisiones de la gente y respeto las criticas. Si alguien piensa que soy un traidor, tendrá sus motivos y sus razones. Si yo fuera un traidor contaría un montón de cosas".
El DT continuó: "pero no lo soy. Yo pienso sólo en River, que está sobre todos los nombres y apellidos. Yo tomé decisiones sólo por el bien del club, estás han sido algunas. Si tengo que soportar algo, no tengo problemas en hacerlo porque quiero de verdad a River".
Así, sin hacer nombres, "El Pelado" aludió a las desvinculaciones de Alejandro Domínguez y Fernando Cavenaghi, que desataron un vendaval de críticas. "Yo hice un montón de cambios en los entretiempos y Passarella no tiene un handy para decirme cambiá a este o al otro. Me siento subestimado a veces", se defendió.
Siguió diciendo que siempre declaró que es un agradecido a Passarella por las cosas que vivió en el club pero aclaró que "eso no quiere decir que el presidente" digite su vida. "Siempre soy subestimado por esto y se me etiqueta como que soy el soldado de Passarella. Por ahí muchos quieren que yo sea la próxima víctima de Passarella porque para eso a River le tendría que ir mal y Passarella me tendría que echar", se quejó.
Luego celebró la vuelta de River a Primera División, los "dos días de felicidad" que vivió y se lamentó por la vuelta a los temas que "contaminan" la convivencia.
También hizo mención al último nombre que comenzó a sonar por Núñez, Darío Cvitanich y enfatizó que "no es de Boca". "Creo que es un gran jugador, con buenas características, peligroso, rápido y goleador. A cualquier entrenador le gustaría tenerlo. Me gusta. Veremos si se puede", indicó

2/7/12

Matias le puso la voz a un comercial de River

Matías Almeyda le puso la voz a la nueva publicidad de River para Adidas Argentina. El comercial muestra distintos momentos del equipo dentro del campo de juego y el aliento de la hinchada millonaria bajo el relato emocionado de "El Pelado", que habla de la pasión que implica ser hincha del club.


"Es un mito que la mujer del futbolista vive en el shopping"


Se conocieron hace casi 25 años. En esa época ambos eran niños. Ella practicaba gimnasia y concurría al colegio de River, mientras que él ya pintaba para crack en el mismo club.
Matías Almeyda (38) y Luciana García Pena (34), tiempo después, se desarrollaron en sus respectivas carreras y se hicieron conocidos. En 1998 ella trabajaba como modelo y notera paraTeleshow, ciclo que conducía Marley, y fue como enviada especial a cubrir el Mundial de fútbol de Francia, al que él fue con su camiseta celeste y blanca a competir.
Entoces, Luciana no lo dudó, puso primera, y en medio de una nota le dijo: "Matías, yo estoy enamorada de vos... ¡te amo desde que estás en el semillero de River!" (dale play al video para ver EL momento). Él no se quedó atrás, le pidió el teléfono y comenzaron a charlar, a la distancia, ya que Almeyda jugaba en el Sevilla: "No existía el tema del Skype y todo eso. ¡Era la época del fax!", recuerda ella en una extensa nota para la revista Para Ti.
Después vino el noviazgo, los viajes de Luciana a Italia, cada vez más frecuentes, la convivencia, el casamiento y Sofía (11), Azul (9) y Serena (6), las tres hijas de la pareja. "La mujer del jugador de fútbol tiene una vida solitaria. No hay primeros días de clases, cumpleaños, ni días de la Madre juntos. Además, yo soy de la vieja guardia: podría tener a una de las nenas volando de fiebre que no lo llamaba ni loca. Pero no me angustiaba, eran las reglas del juego y dependía de mí jugar o no. Me basaba en las experiencias de otras esposas de futbolistas, como las de (Gabriel) Batistuta, (Roberto) Sensini y (José) Chamot y me acoplé a ellas porque me gustaba su manera de proceder", rememora García Pena.
La ex modelo que decidió casarse hace 13 años con un jugador de fútbol (y ahora DT), analiza: "Se instaló el mito de que la mujer del futbolista se la pasa haciendo shopping. ¡Nada que ver! Yo me levantaba, iba al supermercado, a veces al gimnasio, limpiaba la casa, estudiaba italiano. Igual mi ocupación fundamental es acompañar a Matías. Jamás me quejé y eso fue clave para él".
Luciana dejó su carrera de modelo y notera para acompañar a su marido en su exitosa carrera en Europa y así lo cuenta: "Era otra época cuando yo era modelo y me encantó hacerlo en ese momento... Hoy el espectro es demasiado amplio para mi gusto: la que es modelo también es vedette, trabaja en la tele y arma escándalos. Además era muy difícil compatibilizar: o estaba acá y trabajaba o me quedaba en Italia acompañando a Matías. Y elegí esa vida. No siento que haya renunciado a nada".
El año pasado Matías Almeyda vivió uno de los momentos más difíciles de su carrera cuando decidió retirarse como futbolista y asumir con DT de River, el club de sus amores, pero con un ingrediente muy particular: debía jugar en el Nacional B. "El descenso fue fatídico y después fueron 363 días durísimos. Nunca me voy a olvidar la cara de Matías ni del llanto de mis hijas en la cancha el sábado (que el equipo logró ascender a Primera). Fue un momento difícil, pero mágico".
La esposa del DT también hizo lo suyo desde afuera: "Cada 15 días nos juntábamos a comer y a hablar de todo con todas las mujeres de los jugadores del equipo. Pensé que si todas tirábamos para el mismo lado, íbamos a ayudar a cumplir el objetivo". Y así fue.
Ya lo dice el dicho... "Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer".
Mirá el video del momento en el que Luciana García Pena le confiesa su amor a Matías Almeyda, durante el Mundial de Francia '98.
Fuente: Ciudad.com

28/6/12

Mira lo que opina Luciana del nuevo corte de Matias!

El pelado cumplió su promesa y se cortó el pelo!!

Miras las imagenes:

Matías ya tiene su biografia


“Alma y Vida. Obra, pensamiento y milagros de un idealista”, es la biografía autorizada de Matías Almeyda, que Editorial Sudamericana colocará en librerías y kioscos de diarios a partir de este viernes ($ 89).

Escrita por el periodista Diego Borinsky, de El Gráfico, no se trata de una biografía convencional sino de un repaso por una amplia variedad de temas que el DT campeón de River aborda, a partir de sus vivencias, con su particular visión, y sirve para entender un poquito más a todos los actores de un ambiente, el del fútbol, también muy particular.

Con coraje poco frecuente desnuda sus frustraciones, momentos críticos y alegrías. Un Almeyda genuino, transparente, que sorprenderá con sus revelaciones. Maradona, Francescoli, Crepo, Batistuta y ¡Bielsa! (¡sí, Bielsa!) son algunos de las personalidades del fútbol que han acercado su testimonio para acompañar a Matías en esta obra.

Fuente: Clarín

26/6/12

Se viene la Biografía Autorizada de Matías


Diego Borinsky será el encargado de darle forma a la biografía autorizada del actual entrenador millonario: Alma y vida. Un repaso de las experiencias del Pelado, su forma de ver el fútbol, sus vivencias como jugador y su última etapa como director técnico.
Cuántas veces hemos escuchado decir que la vida de Almeyda es para escribir un libro. Y sí, más allá de gustos o de camisetas, no caben dudas de que el mundo del fútbol va a coincidir en que es uno de los personajes más importantes dentro de este deporte y que sus historias alcanzan para llenar varias páginas. Su faceta como DT y haber logrado el ascenso de River a Primera hace que sobren…
En este caso, su biografía autorizada no se hará esperar. El próximo viernes será publicado un libro imperdible para los hinchas de River. En la pluma de Diego Borinsky, actual periodista de la revista “El Gráfico”, el entrenador contará las anécdotas de su carrera profesional, su particular visión del fútbol y la travesía en la B Nacional que tanto sufrió.
El autor de la obra habló con Pasión Monumental y comentó cómo surgió el proyecto: “Se lo propuse en 2009, cuando le hice las 100 preguntas para la revista, en el predio de Benavídez que todavía no estaba terminado. Es un personaje que me interesó por estar fuera del sistema, porque toca temas que no muchos se animan y por su particular forma de ver el fútbol”, explicó.
“Al principio me costaba contactarme con él, en un año y medio tuvimos tres charlas nada más. Después me empecé a comunicar con Luciana, su señora, y tuve 10 charlas más, además de la del sábado pasado, después del ascenso”, comentó Borinsky, quien reconoció ver a un Almeyda sobrepasado por la situación, pero feliz por haber cumplido el objetivo.
El escritor explicó además cómo será el formato de la biografía: “De acuerdo a lo que fui recolectando de las charlas la idea es hacer un repaso en tercera persona de cada uno de los temas a abordar: mundiales, representantes, fútbol argentino, su etapa como entrenador, y a lo último realizar una cronología con todo lo que vivió durante el torneo de la B Nacional”.
Y sobre los diálogos que mantuvo con el Pelado, agregó: “A lo último se lo notaba cansado, pensando en cada detalle del campeonato, hablábamos del partido que había pasado y de cómo planificaba el siguiente, se notaba la mala sangre que se hacía por todo”, confesó.
Con gran expectativa y con los miedos lógicos de saber que un mal desenlace en el torneo hubieran tirado por la borda años de trabajo, pero con la satisfacción de escribir sobre un personaje que quedará por siempre en la historia de River, en el momento indicado. Así se siente su autor.
Alma y vida: obra, pensamientos y milagros de un idealista, será publicado el próximo viernes y la semana que viene habrá una presentación oficial con fecha y lugar a confirmar. Un libro de colección para todos los hinchas del fútbol y lectura obligatoria para el mundo millonario, realizado por un hincha de River. Imperdible.
Por Antonella Valderrey

24/6/12

GRACIAS PELADO...

¡¡¡ETERNAMENTE GRACIAS!!!

Mira el festejo alocado de Matias!!





Mira a Matias festejar!!

"De lo mas importante que logré"

River Vuelve: Almeyda cumplió el objetivo

Ascendió River. ¿Cuál era el objetivo? –volver a primera lo más rápido posible-. Es verdad, muchos se imaginaban al equipo dirigido por Matías Almeyda ya ascendido hace cuatro o cinco fechas, pero el nivel de Quilmes, Rosario Central e Instituto sorprendió a todos, porque le pelearon cabeza a cabeza a uno de los equipos más grandes del país.







Millonario nunca llegó a ser un equipo, nunca encontró identidad, y en un solo partido, de los 37 jugados, fue superior al rival los noventa minutos, cuando le hizo siete goles a Atlanta. River siempre generó dudas, fue un conjunto de individualidades. Defensivamente estuvo siempre a la altura de un equipo de segunda división, pero en ofensiva tiene nombres que pueden ganar partidos solos.
Con el resultado puesto y el objetivo cumplido sigo buscando argumentos para defender a Almeyda, porque él fue quien se hizo cargo de este fierro caliente, del que muchos decían que querían agarrar, pero sin embargo estuvieron lejos de acercarse a River para ayudar en el peor momento de su historia. De la boca para afuera son todos hinchas, salvadores y demás, pero yo me quedo con los que dan la cara.
En este caso Almeyda la dio. Quizás prejuzgado, por ser allegado a Daniel Passarella, pero sin estar preparado y cuando había declarado que tenía ganas de seguir jugando decidió cargarse la mochila más pesada del planeta. El Pelado se hizo cargo del grupo de jugadores que mandaron a River ala B, porque otros se fueron, algunos se borraron, y con pibes tuvo que salir a la guerra. Por suerte para él aparecieron los Cavenaghi, Domiguez, Ponzio y Trezeguet, quienes están a la misma altura de él, porque estaban para cosas más importantes que jugar en la segunda división del fútbol argentino.
Almeyda se tiene que quedar a vivir en River, porque Almeyda es River. La falta de experiencia y la presión lo llevaron a cometer errores graves en lo futbolístico, pero sin embargo, 363 días después el Millo volvió a primera, y el Pelado fue el conductor del grupo que logró el ascenso.
Quizás no estaba preparado para ser entrenador, quizás ni siquiera quería, pero cuando hubo que poner la cara puso la otra mejilla. El Pelado no fue el técnico que descendió a River, fue el que lo puso en el lugar que le corresponde, de donde nunca se debería haber ido. Almeyda no vació a River, esos fueron otros. Almeyda no es culpable de estos doce meses de dolor y furia. Porque si no fuera por los otros, por los que estuvieron antes, esto no hubiera pasado y quizás el pelado todavía estaría jugando.
“Ascendió River”, es el título de todos los diarios, es igual de doloroso que “el volvió a primera”.Duele la realidad, porque River dejó de ser, pero no es culpa de Almeyda. Si el Pelado tuvo espalda para bancarse el peor momento de la historia del club, le sobra para dirigirlo en primera.
Yo me imagino y me ilusiono con Almeyda en River y con el Millo campeón en primera, porque se lo merece. Porque él fue el que estuvo ahí, sin estar preparado, quizás porque lo pusieron, pero aceptó y se hizo cargo. Nadie le armó el equipo, nadie decidió por él y no le tembló el pulso para sacar a Dominguez o a Trezeguet, aunque algunos le discuten que debería haber dejado afuera a Cavenaghi.  ¿Saben por qué no lo hizo?, porque Cavenaghi era el capitán, el líder positivo, el jugador que él había elegido para representar al grupo, porque era el emblema de River. Ya demostró con hechos que no va a tener miedo de borrar a ninguno cuando haya que pensar en el campeonato de primera.
Quizás se vaya, quizás se quede, pero si hablamos de merecimientos, hoy por hoy, él único entrenador que merece el banco de suplentes de River es Matías Almeyda. A veces pensó como jugador, en muchas ocasiones actuó con el corazón, se equivocó y lo admitió, pero nunca se bajó del barco. Cumplió el objetivo, el hincha quería ascender, no importaba como. Ahora, con el diario del lunes, déjenlo trabajar tranquilo.

11/6/12

Matías Almeyda, luego del triunfo de River: "Tenemos 180 minutos para volver a la A"


Matías Almeyda, técnico de River Plate, se envalentonó con el triunfo 2 a 1 alcanzado esta noche ante Boca Unidos de Corrientes y resaltó que su equipo está a 180 minutos de "volver a la A", al cumplirse la fecha 36 del torneo de la Primera B Nacional.

"Tenemos 180 minutos para volver a la A. River tiene que estar en Primera el año próximo", destacó feliz el entrenador millonario.

Con un gol marcado por Rogelio Funes Mori, a tres minutos del final, River alcanzó un triunfo agónico, que lo dejó en la punta del campeonato, con 70 unidades, por encima de Rosario Central (69), Instituto (67) y Quilmes (66).

"Vamos partido a partido. La derrota de Instituto (0-2 con Quilmes) del viernes nos dejaba en una situación favorable, si nosotros ganábamos. Y por suerte lo pudimos hacer", expresó Almeyda.

A la hora de analizar el encuentro ante los correntinos, el técnico elogió la "pasión conmovedora de los jugadores. Tuvieron mucha entrega y ganas".

"Estamos a un pasito de cumplir el objetivo", destacó Almeyda, de cara a los dos próximos compromisos: ante Patronato de Paraná (fecha 37) y Almirante Brown (fecha 38).

"No es fácil asumir este tipo de partidos. Fallamos situaciones claras en el primer tiempo, pero lo pudimos ganar en el segundo", agregó el DT. Almeyda se restó méritos por los cambios introducidos en la segunda parte, ya que tanto Lucas Ocampos como Rogelio Funes Mori, dos de los que entraron, marcaron los goles de la victoria.

"Tuvimos suerte. Los chicos que entraron pudieron convertir. Pero todos están cumpliendo bien", dijo. "Siempre intentamos jugar bien, por abajo. Pero, a veces, con el correr de los minutos se nos empieza a complicar. Nos está costando el trámite de los partidos", sostuvo.

El plantel de River practicará mañana, a las 16.00, en el estadio Monumental, a puertas abiertas para la prensa.

Fuente: elsolonline.com

26/4/12

"Si no ascendemos sabés el voleo que me van a dar, je"

En broma pero 100% realista, Almeyda volvió a hablar de su futuro después de junio. Y reveló que en caso de subir, invitará a los festejos a Jota Jota: "Lo quiero un montón".
Se protege del frío. Tiene ganas de esconderse adentro de la campera, camuflarse como lo hizo el sábado para mezclarse entre los hinchas de River en la previa al partido ante Instituto. Pero Matías Almeyda no quiere que le pase lo mismo cuando termine el campeonato, desea caminar con la cabeza bien alta y descubierta. Y sentirse más entrenador de River que nunca. Para lograr esa satisfacción, sabe que el único final posible es el regreso a Primera... “Si no ascendemos, sabés el voleo que me van a dar, je”, bromeó el Pelado.
El DT expresó varias veces su deseo de permanecer “por muchos años en River” y hasta contó que tiene proyectos a largo plazo, aunque en este momento no piensa en el futuro. Su objetivo, su obsesión, es el ascenso. “Mi contrato termina al final del torneo y aún no hablé con Passarella porque no podemos hablar de nada en este momento. Tengo que vivir partido a partido y ahora pienso nada más que en Aldosivi, que sé que nos está esperando con el cuchillo y el tenedor”, sostuvo Almeyda en La Red.
No es la primera vez que el Pelado pone en suspenso su continuidad. Es consciente de que su puesto depende de los resultados más allá de que haya tomado decisiones importantes para el club, como apostar (y acertar) por Ocampos, Cirigliano y Ramiro Funes Mori. Por eso, tras el primer partido del año, que River empató con Brown, dio a entender que alguien lo quería hundir. “Yo no me voy a bajar del barco, salvo que me hagan bajar”, tiró en ese entonces. Ahora, fortalecido por el triunfo ante Instituto, el técnico sigue teniendo claro que el recorrido tendrá poco valor si se falla antes de llegar al final.
Por este panorama, Almeyda insistió en que “¿cómo no voy a festejar la vuelta Primera”? (ya lo había mencionado con énfasis en el Olé de ayer) e incluso contó que tiene pensado invitar a varias personas a la cancha en caso de que se logre el ansiado regreso. En esa lista está nada menos que Juan José López... ”Al Negro lo respeto y lo quiero un montón. Fue uno de los que puso el pecho en un momento complicado y me da pena como terminó. A él lo marcó y no tendría que ser así. Por ahí JJ no puede salir a la calle condenado por el descenso de River y no fue el único culpable. Fuimos todos, hay un montón”, se lamentó Matías. Y agregó que si consigue el ascenso quiere invitarlo para los festejos porque “es una lástima que él no pueda estar cerca de River”.
Si bien su caso es diferente, el Pelado no quiere que Núñez le den “un voleo” y terminar de manera similar a JJ López...

25/4/12

"River empezó a ser el de antes"

El Pelado Almeyda a solas con Olé: asegura que su equipo "vale muchísimo más" que el de JJ, admite que aconsejó a los jugadores que consulten a un psicólogo y anuncia que si ascienden lo va a festejar como loco. Y con la piel de gallina, es un hincha más: "Se terminó el mito de la mitad más uno".
"River empezó a ser el de antes”, resalta Matías Jesús Almeyda, y se saca la capucha del buzo para firmar un nuevo autógrafo a una empleada del club que suspira al regalarle una foto. “Empezó a ser el de antes porque hay un proyecto, se intenta jugar como se jugaba siempre y otra vez el capital son los pibes del club”.
Otros pibes, los que vienen de entrenarse en el baby, pasan, se frenan y se asoman a la antesala que da a la puerta maratón. Los enanos, en puntitas de pie, repiten el procedimiento de los adolescentes que recién terminan de cursar la carrera de periodismo deportivo y de las curiosas cincuentonas que lograron sortear la implacable seguridad aunque los lunes el club esté cerrado.
Al verlo con una estética similar a la que usted aprecia en la página de al lado, todos, chicos y no tan chicas, arquean las cejas y fruncen la nariz. No entienden, pero al menos esta vez lo reconocen. Y vuelven a mirarlo para confirmar que es él, celular en mano, bolsita de nylon con una carta que le entregaron en otra. El encapuchado que ahora se pone la camiseta con la banda roja es el mismo entrenador que, camuflado, se entremezcló en medio del hormigueo del Monumental unas horas antes de la final con Instituto para sentir lo que sienten quienes ahora lo miran a él. Porque aunque sea curioso y paradójico, es así: los hinchas quisieran ser Almeyda, y Almeyda, a veces, quisiera ser un hincha. Sólo eso.
Antes de irse a su casa a cenar con sus tres hijas y su mujer, Luciana García Pena, y a relajarse un ratito mirando National Geographic o History Channel y no Graduados o Lobo, por ejemplo, “porque la televisión está en retroceso”, el Pelado preferiría taparse el rostro una vez más, porque ya sabe con qué va a encontrarse. “El que me levanta la barrera en mi barrio es de Boca y siempre me carga. Entonces, un día pasé y le dije: ‘La próxima vez que vos estés delante de mi auto, te voy a pisar. Y te lo digo en serio: te voy a chocar’. Y él sonrió, pero yo lo voy a chocar de verdad, eh. A mí no me gusta que me carguen porque yo no cargo a nadie. A nadie. Y aunque parezca que soy recontracalentón, la verdad me enojo poco”.
-Evidentemente no te cargó más, porque no saliste en los diarios por haberlo pisado.
-No, no. Ahora me saluda bien. Yo le respondo: ‘Buen día, buenas tardes’ y ya está. Cada uno tiene que tener su lugar, pero a veces no pasa. El otro día, por ejemplo, fui a ver una exposición de barcos y salió una señora grande y me dijo ‘a ver si te vas al entrenamiento y ganamos el sábado en lugar de mirar barcos’. Y yo le contesté: ‘señora, haga lo suyo, que yo también tengo mi vida’. Porque también puedo salir a ver algo o puedo ir a comer, ¿o no? Por eso, ven, no salgo mucho.
-Estás obligado a vivir en una burbuja.
-Este año, sí. Este año, sí. Por eso me aíslo, o me voy al río, o al campo, o voy al cine a la función de las 12 de la noche aunque lo hice pocas veces porque a mi señora le gusta pero yo quedo cansado de verdad, o me camuflo como hice el otro día antes del partido con Instituto.
-¿Cómo se te ocurrió la idea de camuflarte entre la gente el sábado?
-Porque si salgo sin nada, me conocen y me tengo que detener a hablar, porque yo soy muy respetuodo de la gente. Y quiero vivir algunos momentos como los vive una persona común, sin que nadie te mire. De repente voy a pasear con mi señora y mis nenas, y no puedo estar. Y camuflado ya anduve por muchos lugares. A veces iba al supermercado a hacer las compras así. Porque no me bancaba que me dejaran pasar por ser conocido. No me lo bancaba.
-¿Por ser Almeyda no podés vivir como alguien “normal”?
-Sí. Por la exposición, no puedo.
-¿Y qué cosas de una persona común hace el técnico de River?
-Un montón. Corto el pasto en casa, juego a la pelota con mis amigos, ehhh, hago las compras... Pero bueno, llega un momento en que después me cansa todo esto de estar tan expuesto y entonces, le meto un freno. Hoy, siendo técnico, cada vez que salgo le tengo que dar explicaciones a alguno. Y no siempre me hacen las preguntas de buen modo. O está el que te grita ‘¡eh, gallina!’. Y a mí no me da lo mismo.
-¿Tuviste que plantarte ante alguien?
-No, salvo con el de la barrera de mi barrio que les contaba, por suerte no.
-¿Y si en el supermercado te tiran un paquete de yerba?
-Le tiro la góndola, je. Pero la mayoría de la gente es respetuosa.
-A propósito: ¿sabés a cuánto se fue el kilo? -No, ni idea. Lo que meto al changuito, lo meto. Por suerte hoy lo puedo hacer. Tuve un tiempo en que miraba y contaba, y hoy más que nada cuenta mi señora. Y antes de que me pregunten, en colectivo no viajé nunca más, y no quiero viajar tampoco. En tren viajé, en micro de larga distancia hace tres años, un día que me fui a Pinamar. Pero no quiero viajar más. Si viajé demasiado, y lo sufrí. Me bañé mucho tiempo con agua fría y hoy cuando el vestuario de River tiene agua fría, no me baño. Me dicen ‘qué, ¿te agrandaste?’. No, me cansé. Ahora tengo la posibilidad y quiero el agua caliente.
-¿Podés disfrutar de ser vos?
-Sí. Y estoy feliz de ser Almeyda, con todo lo que estoy viviendo. Y ojalá lo pueda coronar con mi deseo. Se lo pido a Dios que se pueda concretar. Porque ahí está la alegría de un montón de almas. Y el dolor tan grande que le ocasionaría a otros... Entonces pido por ellos (se ríe).
-Hablando de “ellos”: ¿aceptarías ser técnico de Boca?
-No, nunca. Nunca. Yo soy de River. Yo nací acá. Así como camino entre la gente antes de los partidos para sentir otras sensaciones, viví tres meses en un lugar como éste que compartíamos 30 jugadores. Muchos pensarán que lo digo para quedar bien, y no. Es porque lo siento: a River lo llevo en lo más profundo de mi corazón. Están mi familia y mis amigos, y después viene River.
-¿Seguis pensando que son la mitad más uno?
-Ahora somos más. River es impresionante. Se terminó el mito de que ellos son la mitad más uno, y está demostrado en cada provincia que vamos. Porque Boca sale también a las provincias, eh. Y hay algunas a las que ha ido y no llenó la cancha. Nosotros llenamos en todos lados. Yo siempre digo que si River sigue creciendo, al Monumental habrá que hacerle tres bandejas más. Y las llenará.
-Vos que te preocupás tanto por tu imagen, ¿no tenés miedo de que te consideren un vendehumo por esto?
-Si es verdad... El partido más visto del otro día fue el de River. Y si ven a las recaudaciones de los cuatro últimos campeonatos, el que más recaudó fue River. No creo que mientan tanto los números. Aunque pueda resultar demagógicoo, lo puedo decir porque lo caminé. Contra Instituto eran las ocho y media de la mañana y ya había gente acá.
-Bastante lío tenés en tu cabeza. ¿Realmente querés sumarte otro y jugar la final de la Copa Argentina contra Boca?
-El que quiere ser campeón tiene que jugar con todos. Pero primero que estemos ascendidos y ahí sí, después la jugamos...
-¿Te gustaría festejar el ascenso en el paraavalanchas?
-En cualquier lado lo festejaría. Sería el logro más lindo de mi vida deportiva. Por suerte puedo disfrutar de los partidos y también de los hinchas. Al final de mi carrera, mientras jugaba, pude mirar: pude ver a mi familia en la cancha, pude ver a la gente saltando, interpretar las canciones. Y de ir, iría arriba. Voy a confesar algo: de jugador nunca fui a una tribuna. Nunca. Porque no acepto los comentarios. Para pelearme con un hincha, prefería verlo por tele.
-¿Es verdad que si vuelven a Primera te vas a tatuar el escudo?
-Sí, me haría cualquier... No, cualquier cosa no porque se puede llegar a pensar mal. En realidad, alguna vez tuve pensado eso, pero ahora no hay tiempo para programar: hay que pensar en el domingo.
-¿Y cómo vas a hacer para que no se relajen después de la gran victoria contra Instituto?
-Este River lleva una gran ventaja respecto del que jugué yo: en aquel nos relajamos un montón de veces y nos fuimos a la B. Acá no hay tiempo para eso ni para creerse nada. Y los jugadores lo tienen asumido. Hay que jugar todos los partidos como contra Instituto. Con esa entrega, solidaridad, compromiso y convicción. El sábado jugaron un partido de hombres. Perfecto. Esa es la idea, pero no siempre sale.
-¿Un planteo como el del sábado levanta tu autoestima?
-No, levantaría mi autoestima si fuera egoísta y pensara en mí. Y yo pienso en River, como cuando me decidí por Ocampos o Ramiro Funes Mori. Lo hago porque creo que a River le viene bien. Hoy tiene un plantel que vale mucho dinero, muchísimo más que el River en el que jugaba yo. Y soy gran parte de esa apuesta económica. De hecho, hay un montón de clubes que quieren a Ocampos, Abecasis, los dos Funes Mori. River empezó a valer. Empezó a ser el de antes. Pero estamos en la B Nacional.
-¿Te duele cada vez que decís ‘estamos en la B Nacional’?
-No, porque lo estoy afrontando. Soy realista. Y nunca subestimé a nadie. Ese dolor que tienen muchos que dicen ‘estamos en la B Nacional’... Y sí, nos lo merecimos y acá estamos: afrontándolo y poniéndole el pecho. Escucho que algunos dicen que si salimos campeones, no tenemos que festejar. ¡¿Cómo no vamos a festejar?! El que no festeja es porque se cree más que el resto. Y eso en mi vida no existe.
-¿Cuánto envejeciste en estos diez meses?
-Muchos me han dicho: ‘te veo peor, avejentado’. Lo que pasa es que el cansancio mental es grande. Yo estoy todo el tiempo pensando. Y seguramente está reflejado en mi cara y en mi cuerpo.
-¿Te sentís agotado a esta altura?
-No. Me siento con una fuerza terrible.
-¿Un año como técnico de River a cuántos equivale en otro equipo?
-Este año de River son siete de otro técnico, je. Siete en uno estoy haciendo.
-¿Ya te sacó canas?
-No, me está sacando pelo, que es lo que más me molesta. No se me cae pero por las dudas lo estoy tratando todas las semanas. Y arrugas. Soy el único técnico que en todos los partidos tiene un plano de cerca. Nunca lo vi. Y me matan con las arrugas, eh. Lo mismo pasa con la parte técnica: me analizan más a mí que al equipo, y tendría que ser al revés.
-Ahora se dice que te recibiste de técnico.
-Y lo mismo dijeron cuando saqué a Cavenaghi y al Chori. Y fue algo normal. El jugador no tiene que entender las decisiones sino aceptarlas. Si no, esto pasaría a ser un colegio. Pero hay cada crítica...
-...
-Igual que con los goles: tendríamos que meter 100 para que todos estén contentos. Pero es imposible ser como el Real Madrid. Estamos en la B Nacional. ¡En la B Nacional! Y todos se tienen que dar cuenta y ser conscientes de dónde estamos.
-Cansado, con más arrugas y menos pelos, igual te las arreglás para jugar al fútbol con amigos.
-Sí, Tenemos un equipo con Chamot, Roa, el kinesiólogo Marcos Loyarte, Amato y su hijo, el Beto Acosta y el suyo.... Y jugamos un torneo de 11 en Nordelta. Somos España nosotros. Pero como es abierto, hay pibes jóvenes que van muy rápido.
-¿Y de qué jugás?
-Ahora juego libre. Ya me cansé de correr...
-¿Sos como el Chori, digamos?
-Y, no llego a tanto.
-¿El Maestrico González al menos?
-No, no. Estoy lejísimo. Me canso rápido ahora. Desde que arranqué como técnico no me entrené más. Y fumo. Y duermo menos.
-¿Cuántos fasos te fumás por día?
-Y, la verdad, los días de partido fumo bastante. En la semana fumaré cuatro, cinco, siete por día. Pero ojalá pueda dejar...
-¿A tu psicóloga le decís que el 80% del ascenso va a ser suyo?
-No, si el que se sienta y viene acá todos los días soy yo.
-¿No vas a compartir el premio con ella?
-No. Con ella hablo de mis problemas personales. Yo también tengo otra vida: no es sólo fútbol lo mío.
-¿En el diván no analizás el tema de los celos de Cavenaghi con Trezeguet, por ejemplo?
-No, porque estoy muy tranquilo y confiado en cada decisión que tomo. La psicóloga influye en mi vida, pero hablo mucho con mi señora, también. En ella tengo una gran descarga. Analiza un montón y también escucha un montón de cosas.
-¿Qué te cuenta que le dicen los hinchas en la Belgrano baja?
-Que siempre tienen palabras de aliento para mí. Pero ya le dije: no quiero que mi viejo venga más a la cancha porque sé que es imposible que de las 60 mil personas me quieran todas. Y son 60 mil técnicos. Pero bue, mi señora viene con mis nenas y las esposas de los jugadores.
-¿A ella, como hincha, le gusta cómo juega el equipo?
-Sí.
-¿Y qué crítica te hace?
-Ninguna. No tiene permitido hacerme críticas.
-Nunca te dijo ni un ‘poné a Trezeguet’.
-No. Sabe que mi mente tiene que estar fría para decidir. Si tengo que escucharla a ella, a mi papá, a parte de la gente conocida, mi cabeza no estaría para nada fresca. Y las decisiones las tomo yo. Siempre.
-¿Por la presión que tienen, a los jugadores les recomendaste que consulten a una psicóloga?
-Yo les aconsejo que tengan un psicólogo personal. En el fútbol, donde pasás de la montaña al pozo ciego, es importante tener un análisis de afuera. Y ya se está tratando el tema de poner psicólogos en las Inferiores. Considero que dentro de un proyecto tendría que haber gente capacitada para hablar del grupo. Porque cuando los grupos están unidos, marcan la diferencia. El ejemplo de eso es el famoso vuelo de los gansos: los gansos hacen una demostración de lo que es el compañerismo cuando vuelan en forma de V. No hay líderes. Uno va primero, y cuando se cansa va a la parte de atrás y otro pasa adelante; cuando uno se cae, bajan tres a agarrarlo; nunca un compañero queda solo. El fútbol es lo mismo, y yo lo explico de esta manera. Si el grupo está unido de verdad, con sinceridad, sin egoísmos ni envidias, los equipos crecen. Porque en la cancha no es lo mismo: si te saludo mal, te voy a dar la pelota igual..
-¿Esa frase es para un twitter? ¿Para cuándo tu cuenta?
-Nunca. No los entiendo y me volvería loco. Con decirte que ya no quiero tener más teléfono. Creo que en una semana más no tengo más celular.
-¿Podría vivir sin celular el técnico de River?
-Sí, ¿cómo que no? Cuando debuté en Primera no había celular y estaba bárbaro. Hoy me llegan millones de mensajes al celular y no todos son positivos. Hay mucha gente que quiere que mi mente se desestabilice. Y yo los leo y me hace mal. Por eso no quiero tener más teléfono.
-¿Qué tipo de mensajes te perturban tanto?
-No son amenazas, pero sí provocaciones y otras cosas que no quiero escuchar. El que cree en mí, que crea. Y el que no, que no me escriba nada.
-¿Vas a las reuniones de padres del colegio?
-Cuando tengo tiempo, sí. Desde que arranqué a ser técnico va más mi señora, pero cuando puedo, estoy. Soy un padre presente. Y viste que los colegios católicos hacen eso de la catequesis familiar y está bueno, voy, me gusta.
-¿Te molesta que en ese ámbito algún padre te haga un comentario del descenso de River?
-No, a mis nenas sí las cargan los chicos. Pero a mí me conocen y lo que menos hablamos es de fútbol. Por eso voy. Ahí es donde siento que soy parte del resto de la jauría (se ríe).
-Tu nena te había dibujado como un león vencido. ¿Cómo creés que te dibujará en junio?
-Como el rey de la selva. El verdadero rey de la selva.

Fuente: Diario Olé

15/4/12

Conferencia de prensa de Matias

“A Instituto lo estamos esperando”

Almeyda repitió elogios para el puntero pero tiene mucha confianza en que “se le puede ganar y achicar la diferencia”.

Como hincha, es un partido que quiero ver. Y como técnico, un partido que quiero dirigir”. Matías Almeyda trata de aclarar que el duelo del sábado que viene ante Instituto no es definitorio, pero lo vive con la pasión de una verdadera final. “Yo dije que es uno de los equipos que mejor juega en la Argentina y lo estamos esperando, claro. Va a ser un partido lindo, un gran espectáculo, y esperamos poder achicar la ventaja que nos lleva”, dijo el Pelado.

El DT de River no se pone colorado al reconocer el alto nivel futbolístico del puntero del campeonato. “Muchos se dieron cuenta recién ahora de lo bien que juega Instituto, pero yo lo supe desde la tercera fecha. No te podés equivocar porque lo pagás sacando del medio”, regaló flores Almeyda. Aunque enseguida remarcó que “nosotros estamos a la altura de ganarle, ya lo demostramos cuando jugamos en Córdoba, donde le cortamos los circuitos de juego y nos perdimos muchos goles”, recordó Matías. Y contó que espera “que ahora salga un partido similar pero con la diferencia de que podamos convertir las situaciones que generamos para poder quedarnos con los tres puntos”.

A pesar del bajo rendimiento colectivo de River, la confianza del Pelado para recibir a Instituto en el Monumental se basa en la propuesta del rival. “Es un equipo que propone otra cosa. Va a ser un partido abierto y nosotros en esos espacios podemos encontrar el funcionamiento que venimos buscando. E estamos acostumbrados a que los rivales nos hagan planteos cerrados y con Instituto va a ser diferente”, detalló el entrenador sobre cómo se imagina el que puede ser el partido del campeonato.

De todas maneras, Almeyda tiene claro que, cualquiera sea el resultado ante Instituto, el torneo no se termina el sábado. “Es importante porque podemos acortar la diferencia, pero después quedan muchas fechas por delante”, dijo, con la tranquilidad que le dio el triunfo ante Huracán. Para el Pelado fue un alivio porque apostó fuerte con los cambios y le salió bien. “En el segundo tiempo el equipo tuvo otra entrega y por eso pudimos ganar”, elogió, y también destacó que “no es fácil jugar con la presión de estar obligados a ganar; a mí me tocó estar en momentos difíciles de River y sé que la pelota parece de fuego”.

Es cierto, lo que quema en Núñez es el deseo de volver a Primera. Y para calmar un poco esas llamas vendría genial un triunfo ante Instituto. Almeyda y todo River lo esperan.

Habla Matias tras el partido con Huracan

"Ahora, el tridente funcionó"

Publicado el 15/04/2012 - Más que alegría, en el rostro de Matías Almeyda, el técnico de River, se vislumbraba una sensación de alivio, luego de la victoria de los millonarios ante Huracán por 2 a 0. El entrenador se mostró conforme por la entrega en el segundo tiempo y dijo que los cambios fueron claves en la conferencia de prensa posterior.
“Arriesgamos porque necesitábamos ganar. Uno trata de decidir rápido los cambios. Acertamos con los jugadores que entraron y fue cuando pudimos ganar el partido. Siempre arriesgamos”, señaló Almeyda, que destacó que “esta vez, el tridente funcionó”, al referirse a los 38 minutos que compartieron en la cancha en el segundo tiempo Cavenaghi, Chori Domínguez y Trezeguet, que ingresó.
“Siempre tratamos de salir jugando, por eso a veces equivocamos el camino. Esta vez fue un escalón más arriba”, explicó Almeyda, que pidió 24 horas de paz antes de empezar a planificar el partido del próximo fin de semana ante Instituto, el líder del Nacional B, al que el “Pelado” dejó en claro que River recibirá en el Monumental, pese a que el estado del campo de juego no es óptimo. “Por ahí, muchos se dieron cuenta que Instituto jugaba bien hace algunas fechas, yo me di cuenta en su tercer partido”, agregó el Pelado.
Importancia
“Era fundamental ganar hoy (por ayer) para seguir en la pelea de arriba. De ahora en más, las pérdidas de puntos son determinantes”, consideró Almeyda.
El entrenador de River Plate, Matías Almeyda, recordó ayer que sus dirigidos fueron dominadores de Instituto en el partido de la primera ronda, en Córdoba, y afirmó que lo esperan “con muchas ganas” el próximo fin de semana en el Monumental.
“En Córdoba fuimos dominadores, pero no supimos aprovechar las chances que tuvimos. Esperemos que éste sea igual en cuanto al desarrollo, pero diferente a la hora de la definición’, precisó Almeyda en conferencia de prensa.
El director técnico expresó el deseo de enfrentar a Instituto “con buen manejo de la pelota y protagonismo”, aunque reconoció que en los últimos desafíos esto no le “está resultando nada fácil” a River.
“Pero todo cuesta, y los jugadores están conservando demasiado bien la paciencia que les pido. Siempre hay cosas que mejorar, y esperamos a Instituto con muchas ganas”, enfatizó.
Almeyda consideró que el equipo subió “un escalón más” en su camino de regreso a la Primera División, mas avisó que La Gloria es “uno de los mejores equipos de la Argentina” y que “hay que respetarlo como tal”.
Revancha
Acerca del triunfo sobre El Globo, resaltó: “Siempre que uno viene de una derrota, en el partido siguiente quiere revancha. Ya la habíamos tenido disputando la Copa Argentina, pero era importante ganarle a Huracán para seguir en la pelea de arriba. Era fundamental”.
El “Pelado” subrayó que “a veces sale bien, muy pocas salió mal, pero River siempre tomó riesgos y fue a buscar cada partido”. “Esta vez acertamos y el tridente funcionó”, concluyó Almeyda.
El entrenador de River, como de costumbre, vivió ayer el partido muy tranquilo. Luego del 2-0, se lo vio sonriente. l

10/4/12

“Presión tienen los que no pueden darles un plato de comida a sus hijos”

Almeyda buscó desdramatizar el momento y dejar un mensaje optimista: “No nos podemos caer”. Y resaltó que “los grandes deben asumir la responsabilidad”.Siempre que uno pierde un partido queda más pensativo que nunca, pero estoy tranquilo y con fe. Quedan 10 partidos y no nos podemos caer por nada del mundo”.Voz firme que igual denota el dolor por el 0-1. Temple para explicar hasta lo que parece inexplicable. Coraza para que no impacten balas que surgen del frente interno y también externo. Espalda ancha. Y un mensaje contundente en cada frase. Así se mostró Matías Almeyda, haciéndose cargo y como referente (una vez más) de otro momento complicado en su River.En este contexto, el Pelado buscó bajar el grado de dramatismo sobre cada tema. Por eso, sostuvo: “Se vive a mucha velocidad y la crítica siempre está para destruir. La semana pasada yo era el mejor técnico, con personalidad y huevos. Y ahora... No me creo una ni la otra. Hay muchas exageraciones”. Por eso, aceptó: “El Chori, Cavenaghi y Trezeguet pueden jugar juntos, lo sigo pensando. Y estoy conforme con sus rendimientos”. Por eso, analizó: “A veces erramos pases y caemos en un laberinto en el que no hay confianza para intentarlo de nuevo. Es algo bastante psicológico y debemos entrenarlo”.Y cuando hasta en el canal Gourmet se vuelve a hablar de un River en crisis y se explica qué tiene que pasar para que vuelva a la A, el entrenador dejó en claro que la situación no deberá ser afrontada por cualquiera: “Vamos a superar esto y no tengo dudas porque el grupo está unido. Tenemos revancha el fin de semana que viene y debemos estar bien... Fui partícipe del peor momento de River con muchos jóvenes. Los grandes tienen que asumir la responsabilidad, no puedo recaer en los pibes”. En el cierre de su aparición mediática (charla con Fernando Niembro), Almeyda escuchó una palabrita que conoce a la perfección y que afrontó con absoluta contundencia: “Hay mucha presión, pero la tenemos que tomar desde otro lugar. Presión tiene que sentir el que sale a la mañana a laburar todo el día y no le puede dar un plato de comida a su hijo. El que tiene a alguien enfermo y no le puede comprar los medicamentos. Hay un montón de cosas más graves que el fútbol... El fútbol es pasión y esa misma pasión a veces no te deja pensar y reaccionar. Pero estoy con fe y tranquilidad, y puedo pensar. Ojalá que mis pensamientos sean buenos”.Todo River espera lo mismo.

1/4/12

El partido que ganó Almeyda

El Pelado arriesgó y se le dio: sacó a Cavenaghi y al Chori estando 0-0 y River festejó. Se recibió de DT.

Ser entrenador no es repartir 11 camisetas titulares y sentarse en el banco. Es tomar decisiones acertadas con inteligencia y personalidad. Por eso anoche Matías Almeyda recibió el diploma de técnico en el Monumental. De la misma manera que metía en la cancha, el Pelado mostró huevos y fue al frente en el momento más delicado para River en la temporada. Apostó más fuerte que nunca, porque se jugó la cabeza al sacar al Chori Domínguez y Cavenaghi cuando el partido estaba 0-0. Si esa jugada le salía mal, su figura seguramente iba a perder fuerza frente a los dirigentes y también en el vestuario. Pero Almeyda metió un golazo y fue, junto con Trezeguet, el gran protagonista del triunfo de River.

La cara del técnico al costado de la cancha reflejaba cómo jugaba el equipo. Contra dos rivales del mismo color, Ferro y el maltratado césped del Monumental, a River le costaba dar dos pases seguidos y avanzar. Ocampos lo intenta por la izquierda a espaldas de Pereyra Díaz (delantero puesto de volante) y el tándem Abecasis-Carlos Sánchez mostraba la misma voluntad por la otra banda. Todos chocaban, trastabillaban. Esta vez el Chori se movió bien hacia los costados y encontró algunos espacios para encarar de frente a los defensores, aunque siempre fallaba en los metros finales. Sin juego asociado, Cavenaghi y Trezeguet esperaban en el área, pero todos sus compañeros erraban el camino: insistían con el toque corto por abajo en vez de aprovechar el poderío ofensivo de David para el cabezazo y el oportunismo del Torito. Si no se podía entrar con la pelota al piso, ¿por qué no probar por arriba teniendo una testa de elite como la del francés? La primera modificación de Almeyda fue tan ambiciosa como lógica, porque sacó a un defensor (Abecasis) y metió al picante Keko Villalva para que desborde por la derecha. En cambio, a los 27 minutos del segundo tiempo, el Pelado pateó el tablero y sacó a las dos estrellas hasta ayer intocables: afuera el Chori y Cavena- ghi; adentro Aguirre (pedido por los hinchas) y Gabriel Funes Mori. Esta decisión fue la mayor muestra de autoridad y convicción del técnico. Porque si bien el 9 y el 10 estaban para salir, en los cambios también hubo un mensaje para los dos referentes.

Con Aguirre al lado de Ponzio aunque siempre vertical, el Melli con más movilidad y juego aéreo que Cavenaghi y el Keko a pura velocidad por la banda, el equipo no ganó tanto en control de pelota pero sí en agresividad: jugó a otro ritmo, con más intensidad. Ah, casualidad o causalidad, Trezeguet se hizo dueño del área y fue la figura. Porque metió el penal y cerró con una obra maestra. Tan golazo como el de Almeyda...

29/3/12

Pelado por un sueño


“Si River asciende, me pelo”, prometió Almeyda. El DT, optimista, sabe que su River no es una maquinita, pero igual se anima a pelar la promesa de usarla…

Almeyda se volvió chiflado. Pero no chiflado para el internado, sino como ese gordito divertido que andaba a los tortazos y a los piquetes de ojos con Mou y Larry. Sí, Almeyda va camino a convertirse en Curly; al menos desde la falta de pelos: “Haría cualquier promesa con tal de subir a Primera. ¿Pelarme? Por supuesto”, se la jugó el Pelado que puede quedar pelado en serio a partir de finales de junio...

Cuando emigró a España, allá por el 96, el actual entrenador de River tenía el pelo cortito y un flequillo entre clásico y descuidado. En Europa se dejó crecer la melena felina y le dio forma a su look Arnold Schwarzenegger en la película Conan el bárbaro (con vincha y todo, eh). En algún momento, ya como DT de River en el ascenso, se dejó una barba candado sutil, no demasiado tupida. Se recortó la melena. Se la volvió a dejar larga. Hasta que ayer, en una jugosa entrevista con Indirecto, actuó como en su época de volante central batallador: fue al frente. Y se bancó el desafío de raparse si su equipo alcanza el objetivo de dejar atrás la experiencia en la B Nacional. Con un detalle: antes de descender, había prometido algo similar a cambio de la salvación, pero la fortuna le dio un revés. Esta vez, quiere sacarse las ganas. “Sí, me pelo, pero no me dejaría el bigote. Lo hice una vez y parecía D’artagnan”, relató... ¿el futuro rapado de Azul? Todos para uno. Y uno para la peluquería.

Que Jordan. Que Telly Savalas, el de Koyak. Que el Indio Solari. Que tijera va, maquinita viene, lo que a Almeyda le dio un ataque de caspa (por ahora, que aún no se volvió calvo por el ascenso) fue la versión de que Cavenaghi no le pasaba la pelota a Trezeguet porque estaba celoso. Y sin pelos, pero en la lengua, el Pelado afirmó: “Por dos o tres jugadas se quiere mostrar un enfrentamiento entre Cavenaghi y Trezeguet. Y no es así”, fijó posición Matías.

En este contexto, el DT no tuvo un pelo de pesimista. Al contrario, mantuvo su esperanza de cara a la definición del campeonato de Segunda División: “El objetivo es llevar a River a Primera y vamos por el buen camino”, dijo.

El Pelado sabe que para quedarse ídem le faltan al menos 12 fechas. Y que recién se entregará a los dientes de una máquina de cortar cabellos cuando tenga la certeza de que ya alcanzó la meta soñada.

27/3/12

Volvió a vivir lo que le gustaba

No es un chiste ni una exageración cuando Matías dice que el primer equipo que dirigió no fue River, sino nosotros: Los Castores. Con el tiempo se vio que lo que necesitaba era sentirse importante, volver a planear un partido, pensar en lo que tanto le gustaba, y eso pudo volver a hacerlo hace cuatro años en Nordelta. Entonces le preguntábamos siempre por qué no jugaba otra vez, por qué no se animaba... El único que no sabía todo el fuego que aún guardaba era justamente él. Para nosotros, Matías estaba intacto, y así fue nomás, el tiempo lo demostró: empezó con el Súper 8, hasta que Francescoli lo invitó a volver al Monumental.Ahora, ya en River, va a costar un poco que nos vuelva a dirigir, pero siempre recuerda todo lo que vivimos juntos, los partidos qu e ganamos, cómo corría alguno de nosotros... Nos gasta, se ríe. Y reconoce, y agradece, todo lo que significó Los Castores en su carrera como entrenador.

El día que Almeyda ascendió

Expedientes Pelado: en el 2008 dirigió su primer equipo, Los Castores, de la liga de Nordelta. Lo agarró en la B, y..."¿Vos sabés lo que es trabar una pelota y que 30 mil personas griten por vos? ¿Griten por vos? Rujan por vos. Imaginátelo, pensá: la pelota queda ahí, en la mitad, y el rival la va a buscar; el rival la va a buscar pero vos ya sabés que vas a llegar antes, que se la vas a ganar, y ese silencio, ese segundo de silencio que precede a la explosión, es espectacular. Entonces, pum, el rugido: 30 mil tipos gritando por vos. Mis domingos eran así. Todos mis domingos eran así. Cuando jugaba en la Lazio, en el Olímpico, era así, trabar, y que un estadio se levantara por mí, para mí. ¿Entendés lo que es sentir ese poder?”.Pero Almeyda ya no estaba en Roma, sino en el silencio que sucede a la explosión: el retiro. Su primer retiro. En Los Castores, su barrio de Nordelta, olvidado y jubilado, Matías Jesús Almeyda poblaba el día con tres actividades: llevar a sus hijas a la escuela, tomar mate y pensar. Corrían (gateaban, más que corrían, por la lenta desesperación) los primeros meses del 2008, dos años después de haber jugado en Noruega y uno antes de la furia de Fénix en la C: dos rojas en tres partidos. “Hasta que un día, de tanto vernos practicar, se ofreció como entrenador”, recuerda Osvaldo Brigante, socio de Buenos Aires Football y amigo del técnico de River, el segundo club en la carrera del León. El primero, Los Castores, de la Liga Senior de Nordelta. Ante la duda, el lector puede acercarse a Wikipedia, el nuevo tribunal de la verdad.“El primer entrenamiento lo frenó a los dos segundos. ‘Bueno, acá vamos a tener que aprender a jugar al fútbol’, nos dijo, y tenía razón”, recuerda Claudio Baranda, capitán del equipo y gerente comercial de la editorial Atlántida. Los Castores es un equipo de cuarentones y/o cincuentones con cargos y profesiones que exigen un buen saco, una mejor corbata, su birome dorada y empleados a los que aconsejar. “Una prueba para mí, porque no es fácil darle órdenes a gente que está acostumbrada a dar órdenes”, le contaba Almeyda, hace un semestre, a Olé . “Además, Los Castores me ayudó a descubrirme: mientras en la cancha había sido temperamental, afuera conocí un entrenador tranquilo, un tipo que jamás competiría con el jugador. Algunos técnicos viven a los gritos. En Los Castores supe que yo no sería así”.Y en Los Castores supo, también, cuál sería su pretensión: el 4-3-1-2. “Siempre nos decía eso: ‘Si algún día soy entrenador, intentaré jugar con ese dibujo’. De hecho, yo era el 10”, dice Baranda, estirando su sonrisa hasta el pudor. Con Almeyda, Los Castores pasó de ser un equipo que se bamboleaba entre derrotas justas, victorias insólitas y el anonimato de los puestos de la mitad, a un equipo “que se ordenó, que aprendió a jugar a dos toques y que un día se encontró peleando el campeonato”, según Brigante. “El campeonato, bueh: el ascenso, en realidad”.Porque Los Castores, primer equipo dirigido por Matías Jesús Almeyda, estaba en la B.“Y nos pasaba más o menos como a River ahora, porque los rivales veían a Matías y jugaban el partido de su vida. La joda era poder decir: ‘Yo le gané a Almeyda’”, subraya Roberto De Mori, fullback de los de antes, principalmente por la edad, aunque los rivales le apuntaban al cura y le acertaban al campanario: Los Castores perdió un solo partido en la B. “Y Matías no tenía piedad -Baranda, dixit-. Una vez ganábamos 6-0 y había cinco suplentes. ‘Matías, hacé cambios’, le dije, para jugar todos. ‘No, dejá. Ocho a cero les quiero ganar’”. En la historia antes de la historia, Los Castores ascendió en la última jornada. Jugaban Banco Provincia contra Barrancas del Lago, mientras Los Castores esperaba, con fecha libre, la hora del campeón. El equipo ascendió, celebró, y la historia que viajó por debajo de esta historia fue la que Almeyda tanto contó, exorcizando su dolor: “En un dibujo para la escuela, mi nena me dibujó como un león triste, cansado”. Los Castores le recordó cómo debía rugir un verdadero león.

22/2/12

Fuerza Delta

Almeyda repitió la cábala de la semana pasada: llevó a los jugadores a una isla en Nordelta para comer un lechón asado por su papá, pescar y generar mística.

El asado a punto o quemado a lo bonzo? ¿Las mojarritas se sacan con caña o con mediomundo? ¿Y los bagres? ¿Y las palometas? ¿Y la bogas? Más que meditar en torno al burocrático artículo 225 o a los Desamparados de San Juan, los jugadores de River ejercitan los martes otras inquietudes. Cerca de un buen fueguito y al borde de uno de los brazos del Delta, las inquietudes se llaman comer y pescar. O pescar y comer. Bah, lo mismo da: el objetivo esencial del baqueano que comanda la excursión, Matías Jesús Almeyda, es que el grupo encuentre su momento de profunda intimidad a orillas del río. Un River Mystic, tal cual la película con Sean Penn.

Es que la mística explica el encuentro fuera de horario laboral. Ya van dos semanas con una rutina que se repite: entrenamiento en el Buenos Aires Football y posterior caravana hasta Nordelta. El papá de Almeyda se arropa de asador profesional. Los comensales -o los aspirantes a pescadores- llegan cada uno con su plato, cubiertos y los vasitos descartables, como en un picnic colegial. Allí, bajo el sol de una ciudadpueblo privada, el objetivo es que nadie se prive de sentirse parte del grupo River.

La excursión es estrictamente reservada para futbolistas y cuerpo técnico. Comenzó en aquellos días en que Almeyda sintió que lo querían mover del bote. Sus jugadores, entonces, le tiraron un par de remos de apoyo. Varios sugirieron que se bajarían junto con este capitán-DT. Pero enseguida la corriente del río cambió. Aparecieron los triunfos contra Chacarita e Independiente Rivadavia de Mendoza. ¿Casualidad o efecto de la magia de los asados y pescados? La respuesta es que los goles de Ocampos, Cavenaghi, Chori y Trezeguet ayudaron a creer en ese pariente tan cercano a las coincidencias que en el fútbol se denomina cábala.

Ayer fue martes. Otro martes para embarcarse a esa isla mística. Primero hubo que esperar a que Trezeguet y el Maestrico González finalizaran la sesión de kinesiología para emprender el paseo. Luego hubo que advertir otras situaciones. “¡Indio, tranquilo, lleva vasos solamente para vos!”, le tiraba unas cuantas ironías Cavenaghi a Vega. Nico Domingo paseaba ante el grupo sus conocimientos teórico-prácticos sobre tanzas, boyas y anzuelos. ¿Cuál será el secreto? El secreto es evitar que alguna vez suceda lo de otros reconocidos vestuarios. Es saborear el lechón que ayer preparó don Almeyda. Es creer en esta Fuerza Delta (o del Delta) para lo que viene.

Fuente: Diario Olé

21/2/12

A 20 años

20 años, toda una vida. Hace dos décadas que el actual DT de River Plate, Matías Almeyda, debutó en la Primera del Club. Fue un 21 de febrero de 1992 frente Unión de Santa Fe, en un encuentro que finalizó en victoria del Millo por 2 a 1. Por aquel entonces el equipo se encontraba bajo la conducción técnica de Daniel Passarella, actual Presidente. Pero ese partido se llevó consigo más que un triunfo: pasará por siempre a la historia como el día en que el Pelado jugó su primer encuentro oficial con la Banda.
El nacido en Azul realizó las inferiores en Núñez y, luego del debut, brilló en el mediocampo. La década del '90 lo vio crecer y afianzarse en la mitad de la cancha junto a Enzo Francescoli, Marcelo Salas, Ariel Ortega, Marcelo Gallardo, Leonardo Astrada, Ariel Ortega, entre otros. Fue clave para la obtención de la Copa Libertadores en 1996, año en el que también formó parte del plantel que obtuvo el Apertura. Brillantes fueron sus actuaciones en River, en la Selección Nacional y en Europa, donde vistió la camiseta del Sevilla (vendido por una cifra millonaria), Lazio, Parma, Inter y Brescia.
En 2004 regresó a Argentina, a Quilmes. En 2006 volvió a irse del país: lo esperaba Noruega. Tres años más tarde, River Plate. El 30 de agosto de 2009 (en el 4 a 3 ante Chacarita) retornó al club de sus amores, sintió nuevamente la Banda sobre el pecho, a la hinchada aclamarlo y vibró con el Monumental. Tras cuatro años retirado, Almeyda volvió a escribir historia en Núñez. En una nota realizada en 2011, dijo no recordar mucho lo que sintió en su debut oficial, por el '92, "pero el día que volví a la actividad recuerdo todo: miraba a la gente en las tribunas, el cielo... Fue muy profundo, estaba lleno de sentimientos".
Pasaron 20 años. Ese chico que jugaba por un kilo de naranjas en su pueblo natal hoy tiene 38. Supo alcanzar la gloria: tres torneos Apertura con River, tres Copas de Italia, dos Supercopas, Recopa y Liga italiana. Libertadores, medalla plateada en los Juegos Olímpicos de Atenas. Dos participaciones en Copas del Mundo.

Dos décadas de máxima entrega por los colores, por el Club, por la camiseta. Hoy, la familia millonaria tiene el orgullo de contar con el ídolo, Matías Almeyda, como DT. Hoy, a 20 años de su debut en la Primera. Gracias por todo Pelado.

13/1/12

Almeyda confirmó a la dupla: "Tengo dos goleadores y hay que aprovecharlos juntos"

Matías Almeyda brindó una conferencia de prensa previo a jugar con Estudiantes de La Plata por el torneo de verano (mañana desde las 22.10) y tocó cada uno de los temas que hacen a la vida de la institución "millonaria", que intentará imponer su jerarquía en la segunda parte del campeonato y así regresar a la Primera División.

En las prácticas, el "Pelado" evidenció sus ganas de combinar a Fernando Cavenaghi y David Trezeguet en la delantera y hoy confirmó que "tenemos dos goleadores y hacía mucho tiempo que no contábamos con jugadores así, más Funes Mori que tiene un futuro enorme. Como entrenador estoy muy contento. A Bielsa lo criticaban por no poner juntos a Batistuta y Crespo, pero yo, si están bien, los voy a poner y sino buscaré alternativas".

"Estoy muy agradecido a la dirigencia porque desde el momento en que arranqué como entrenador siempre me consultaron sobre las incorporaciones y me trajeron a quienes yo pedí. Tenemos gente de experiencia, que pasó por el club, David que tiene una carrera envidiable y con un desafío importante", aseguró sobre la llegada de los prestigiosos refuerzos al elenco de Núñez.

Luego le dedicó algunas palabras a los recién llegados. Sobre Ponzio afirmó que "me puede cumplir varias funciones, tiene buen despliegue, buen tiro desde afuera del área, con gol". Mientras que sobre el punta franco-argentino indicó que "está haciendo una pretemporada inteligente, cuida su físico hasta cuando se baja de la cama. Lo veo en los pasos que hace, en los movimientos y yo también hacía lo mismo". Y deseó para ambos: "Ojalá aporten cosas importantes, que muestren aquellas cosas que los hicieron destacar en los clubes donde jugaron".

También reveló que pondrá suplentes en el Superclásico del 29 de enero porque "nuestro objetivo es el 4 de febrero, tenemos que ganar ahí para llevar a River a la Primera". Igualmente comenzó a vivir los duelos clásicos y dijo que "se juegan siempre para ganar, es el rival directo y siempre le queremos ganar. Va a ser el primero mío como técnico y esperamos hacer bien las cosas, que salgan positivas".

El ex jugador de la institución se enojó por la programación de los torneos de verano y marcó que "en Europa se juegan estos partidos después de tener 40 días de vacaciones y los grandes juegan 40 minutos cada uno nada más. Esto tiene que servir para lo que viene". Y completó: "Contra Estudiantes me sirve, es uno de los mejores equipos, con hombres de Selección, de trayectoria y gente como Verón. Sirve porque estamos en otra categoría".

Y cerró con elogios hacia las principales autoridades del fútbol argentino: "Quiero agradecer a la AFA y a Julio Grondona, venir a este predio me significó una alegría enorme. Estuve ocho años en la Selección, no gané cosas importantes pero el sentimiento es algo especial. Como lugar de entrenamiento es uno de los mejores del mundo, lejos. Como se hablan de las cosas malas, también hay que hacerlo de las buenas. Es todo magnífico y quiero felicitar a esa gente".

Fuente: Infobae