24/8/10

“Nadie nos puede quitar el sueño de ser campeones”

Un tramo de cemento imperfecto, a diez kilómetros de la Panamericana, conduce a la calle Italia. Y al girar en San Roque, un enorme predio deportivo se corporiza como un oasis en el corazón de Benavídez. Es el complejo Buenos Aires Fútbol , segundo hogar de Matías Almeyda, ese reducto que resulta un refugio de la pasión que recuperó cuando decidió regresar al fútbol . Por eso, brilla la sonrisa del capitán de River cuando recibe a Clarín . Es que, pese a las nubes que amenazan el cielo en este rincón de zona Norte, para el Pelado ningún día volverá a ser gris. El mismo lo tiene claro.

Por eso dice: “Ya me había retirado hacía tres años, pero estaba atravesando un momento de tristeza, de depresión profunda. Y a una de mis nenas no la veían bien en el colegio. Entonces, la psicopedagoga le pidió que un test que consistía en dibujar a cada integrante de la familia. Y a mí me pintó como un león cansado, sin pelo ni dientes...

Y eso me hizo un click. Evidentemente, estaba transmitiendo cosas negativas y tenía que cambiar”.

¿Y vos tenías claro que tu tristeza tenía que ver con esa abstinencia de fútbol? No, de eso me di cuenta con la terapia. Por eso digo que siempre le voy a ser un agradecido a este club. Es que River me volvió a hacer sentir feliz.

El desahogo de este mediocampista conmueve. Tanto como el despliegue incansable que muestra cada domingo con la banda roja sobre el pecho blanco, ése que está hinchado de orgullo. A los 36 años, rejuveneció . Con el look de siempre y con el vigor de sus tiempos de juventud, es uno de los motores de este River puntero y ganador.

¿Jugás mejor que cuando eras pibe? Los años te van dando tranquilidad, te van abriendo la cabeza en todo sentido. Y en lo futbolístico, también. Cuando uno pasa los 30 años, siente el fútbol de otra manera. Cuando era más chico, estaba en contra del fútbol. Hoy, en cambio, lo siento como una pasión impresionante. Disfruto de ir una hora antes al entrenamiento e irme una hora después. No estoy con esa ansiedad de bañarme y salir volando a toda velocidad para mi casa.

¿Y por qué estabas en contra del fútbol? ¿Lo llegaste a odiar? No, pero éste es un ambiente muy hipócrita. No puede ser, por ejemplo, que un técnico como (Claudio) Borghi, que fue campeón, esté en la cuerda floja porque perdió dos partidos. Acá no se bancan los proyectos a largo plazo y eso me molesta. Sin ir más lejos, pasa en el país. Y al fútbol se juega como se vive. Si cumplimos doscientos años y no se pudo establecer un proyecto para que el argentino viva como la gente, ¿cómo no se va a querer echar a un entrenador en tres partidos? Pero no puede ser, hay que decir basta.

Tiene un discurso revolucionario Almeyda. Pero no le vende humo a esa tribuna que, de repente, empezó a cantar por el título.

¿Cómo hacen para no dejarse llevar por el impulso de los hinchas? Lo de la gente está bárbaro. Pero el jugador tiene que estar con los pies sobre la tierra, ser más profesional que nunca. Estamos muy lejos del techo y hay que ser conscientes de que todavía no ganamos nada, apenas tres partidos.

¿Cuánto les falta para llegar a ese techo? Tenemos que mejorar. Considero que hemos jugado dos primeros tiempos muy buenos. Antes, nos sorprendían todos los partidos. Ahora, defendemos y, quizá, sufrimos. Pero estamos seguros de que no nos van a hacer goles.

Respecto a Vélez y a Estudiantes, que hace tiempo mantienen una base, ¿en qué lugar ubicás a River? Los estamos alcanzando. Y si hacemos bien las cosas, los podemos superar. No considero que ningún equipo esté por encima de River. Quizá ellos corren con una ventaja: están manteniendo un buen nivel, llegaron a su techo. Nosotros, no. Y esto me da fuerzas para creer.

¿No creés que hace falta un mayor equilibrio colectivo, que a veces la cancha se te hace muy ancha? Y a medida que pasen los años, se me va a hacer más ancha o más larga, jaja... Los carrileros me ayudan mucho. Y Ariel (Ortega), también. Pocos lo observan, pero cuando juega de enganche, es uno de los que más colabora.

¿Y no miran la tabla de los promedios? Nosotros miramos todo, pero con el objetivo de pelear el campeonato. Ahora, hay que salir de un lugar incómodo, pero el sueño que nos quita nadie es salir campeones. Esa es nuestra meta.

Toma un sorbo de gaseosa cola. Y no se atraganta cuando se le pregunta por Boca, el máximo rival. “No le doy bola.

Yo no me alegro de las desgracias ajenas.

Igual, mejor que estén debajo nuestro. Pero, tampoco, como estuvimos nosotros... Ellos cantaban que nos íbamos a la B. Y el fútbol es una rueda. Por eso nunca le deseo el mal a nadie”.

¿Te sorprende su crisis? Es que no creo que River haya hecho un montón en tres partidos ni que estén afuera de todo los que los perdieron. No hay que subestimar a nadie.

Saluda Almeyda. Agradece la visita. Está feliz, jovial.

¿Te sentís con diez años menos? Ya no soy un león cansado, ja. Soy un tipo de 36 años que disfruta a pleno del fútbol.

Y el fútbol lo disfruta a él.



Fuente: Diario Clarín

1 comentario:

  1. Hola SANDOKÁN.Sabias palabras respecto de que el fútbol es una rueda y de que en tres partidos no hay campeones ni fracasados.La subestimación y el exceso de confianza son el primer paso para la derrota.Y vos,Cappa y el Burrito,y los más experimentados son los que tienen que poner a los chicos a tierra.Muy linda foto,pero los colores no me agradan.Preferiría la celeste de Lazio,o la del Sevilla.La del seleccionado hermosa.Y si te la volvés a poner va a estar más linda.JAJA!!Saludos LEÓN y cuidate,que te necesitamos muy bien para el campeonato ...y para la Libertadores...!

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