12/10/09

"Yo estaba bajo tierra; volver a jugar me hizo salir a flote"



A pura madurez, y entendiendo el juego, Matías Almeyda arranca el diálogo con toda sinceridad cuando Clarín le confiesa su total desconfianza cuando se anunció su vuelta al fútbol. "Yo entiendo la sorpresa de todos. Porque mi caso es atípico. Las críticas no me pusieron mal porque eran justas. Si hacía cinco años que no jugaba y tengo 35... Por eso mi meta hoy es demostrar que todavía estoy para jugar. Confiaba en mi parte física; en lo que tenía dudas era en el ritmo de juego. Porque los pibes son aviones. Yo no estaba entrenando mucho y, si bien sé que enseguida agarro ritmo, a lo que aún le tengo miedo es a las lesiones. Porque cuando uno deja de entrenarse se le achica la masa muscular y entonces quedan más expuestas las cicatrices de las lesiones. Por suerte, por ahora todo va bien", dice.

-¿Por qué volviste a jugar?

-Sufrí mucho el hecho de dejar el fútbol. Por ahí, el que me conocía pensaba que no me iba a costar porque yo daba esa imagen. Pero me costó un montón. Y estuve muy mal, en un estado depresivo. Lo que disfruto hoy es agarrar el auto, venir al entrenamiento, escuchar la radio, entrar a la cancha... Todo. Y eso que no estamos bien desde los resultados; si no, sería todo perfecto.

-¿Ahora te bancás todo el ambiente del fútbol?

-Es raro. Antes no miraba nada de fútbol. Pero después de que dejé empecé a mirar un montón. Yo decía que no iba a ser técnico, pero ahora ya tengo casi terminado el curso. Vivo pensando en el fútbol y sé que mi futuro estará en eso.

-¿Y por qué se dio ese cambio?

-Por lo que decía recién: sufrí mucho cuando dejé. Y además hice sufrir. Vi a mi familia muy mal por mi culpa. Porque yo estaba triste todo el día. Y entonces volví. Por muchos amigos y ex jugadores que me aconsejaron que volviera y que jugara hasta que me diera el físico. Mucho tuvo que ver Francescoli. Y también el showball, porque cada partido ahí era volver a ser jugador.

-¿Te arrepentís de haber dejado el fútbol en su momento?

-Pienso seguido en eso, pero la mayor parte de mi vida fui sincero conmigo mismo. Y seguí siempre a mi corazón. En su momento estaba mal con el fútbol y con todo el ambiente, y no quise jugar más. Estaba en contra del sistema... Y hoy digo: para qué me apuré si no se cambia nada. ¿Sabes qué? Yo pienso un montón. Todo el día pienso. Y entendí que sólo no voy a cambiar nada. Todos sabemos la hipocresía y el show que hay en todo esto. Y entonces ahora respeto a cada uno involucrado en esto por más que sigo no compartiendo muchas cosas.

-¿Podrías haber vuelto a otro lugar que no fuera River?

-No. Pero sí podría haber vuelto antes. Ahora ya está. Tengo 35... Ojalá tuviera 20; eso lo decimos siempre con Ariel y con Marcelo (Ortega y Gallardo).

-¿Creés realmente qué River va a salir de esta mala situación?

-Sí. Porque, por más que nos faltan cosas, va a explotar. Vamos a cambiar este presente. Hay plantel. En un tiempo no muy lejano, River va a gozar de toda esta juventud que hoy está quemando etapas, es cierto. Pero estos pibes se van a hacer hombres y darán que hablar. Dependemos de nosotros. Este es un buen grupo. No es uno de play station.

-¿Hasta cuándo habrá Almeyda como futbolista?

-No sé. En principio hasta diciembre. Si los dirigentes quieren, me quedo. Y si no, doy las gracias y empiezo otra cosa. Lo seguro es que intentaré dar lo mejor posible de mí. Yo estaba bajo tierra, pero volver a River, volver a jugar me hizo salir a flote. Y hoy soy feliz. La vida es muy complicada como para no disfrutar de esto que me toca vivir. Y tengo que aprovecharlo. Si se dieran los resultados sería bárbaro, porque hoy me estoy sintiendo un poco egoísta... Pero ahora llego con una sonrisa a mi casa, juego con mis hijas, estoy bien. Antes estaba tirado todo el día en un sillón y con los ojos cerrados. De eso no me olvido más.

Fuente: Clarín

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